Girona, 7 ene (EFE).- El entrenador del Bàsquet Girona, Moncho Fernández, se ha mostrado "muy contento" con la reacción del equipo tras el agónico triunfo de este martes contra el Barça (91-90) y ha reivindicado que "a esta maratón le quedan un montón de kilómetros y aunque ahora vayamos en la cola que nadie piense que ha acabado la carrera porque vamos a seguir creyendo".
El técnico gallego, "feliz de formar parte de este club", ha admitido que las victorias contra el Hiopos Lleida, el sábado por 85-90, y el Barça dan "más fe" al equipo y ha argumentado que ha vivido un "debut soñado" como local y un día del que se acordará cuando sea mayor. "No se puede pedir más que debutar con el pabellón lleno y con una victoria contra un rival de Euroliga como el Barça", ha señalado.
Moncho ha subrayado el valor de la victoria y se ha mostrado aún más satisfecho por la segunda parte que por la primera: porque en la primera el equipo ha jugado "muy bien" y ha ido "todo de cara", pero en la segunda sus jugadores han dado "una muestra enorme de resiliencia, de saber pelear, de saber luchar y de seguir creyendo cuando peor iban las cosas".
En este sentido ha apuntado que el Girona ha llegado al descanso con una renta "interesante" (51-44) después de una primera mitad en la que ha sabido aprovechar las ventajas generadas en ataque y el buen trabajo en defensa. El tercer cuarto ha sido "claramente" del Barça y el Girona, "ahogado", ha perdido "un poco el oremus", pero ha sido capaz de recuperar el estilo "a través de la fe y el esfuerzo".
Al final ha podido ganar "un cara o cruz" y un encuentro en el que "la diferencia entre ganar y perder era nada" y que ha podido "caer de cualquier lado", con una canasta de Ike Iroegbu (25) a falta de dos segundos. EFE
asm/jl