Madrid, 6 ene (EFE).- El director de 'Las vidas de Sing Sing', Greg Kwedar, tiene marcado en la agenda el 17 de enero porque es cuando se conocerán las nominaciones a los Óscar y su película pide sitio como la sorpresa del año y el protagonista, Colman Domingo, como el mejor actor. El día 10 se estrenará en España.
La de Kwedar, con quien ha hablado EFE debido al estreno de 'Las vidas de Sing Sing', es un proyecto diferente y valiente por varias razones.
Primero, es una película basada en una historia real; segundo, mezcla a actores profesionales con no profesionales, la mayoría provenientes de esa misma historia real; y tercero: para abaratar el coste de la producción, los intérpretes, incluido Domingo, se asignaron el salario mínimo diario (las ganancias se repartirán equitativamente).
Y la historia real, y la historia de la película, es la de un grupo de reclusos en la cárcel de máxima seguridad de Sing Sing (estado de Nueva York) que se apuntan a un taller de teatro y representan obras de Shakespeare, y así, encuentran espacios interiores de libertad.
Las relaciones personales, así como las relaciones con el pasado de los propios personajes, se intercalan entre los ensayos, dando resultado a un retrato emocionante y tierno sobre el poder de lo colectivo en lo individual.
Cuenta Kwedar que el reto de la producción fue justamente ése: crear lugares imaginarios de libertad dentro del lugar material que por antonomasia representa la privación de libertad. "Que estemos donde estemos podemos encontrar libertad en la imaginación o en la amistad", resume el cineasta nacido en Texas (EE.UU.).
Son historias duras las que convergen en 'Las vidas de Sing Sing', incluida la del protagonista, encarnado por Colman Domingo.
Del trabajo del actor habla maravillas Kwedar. "Su trabajo es la demostración de su grandeza", asegura el director, quien halaga el compromiso del intérprete al asumir una reducción considerable de su sueldo en la película, cuya producción duró siete años, y la conexión que creó con el resto del reparto, actores no profesionales sin experiencia en el cine.
Colman Domingo, además, crea un personaje entrañable. A Divine G lo creó desde una masculinidad vulnerable.
"Esa fragilidad del personaje fue siempre una prioridad para Colman. Recurrió a la elegancia y a la ternura", ahonda Kwedar sobre un actor que fue nominado a los Óscar el año pasado por 'Rustin'.
El 17 de enero se sabrá si vuelve a estarlo. De momento, aspira al Globo de Oro al Mejor Actor de Drama.
La presencia del actor de Filadelfia, 55 años, es uno de los reclamos de la película, junto con la propia historia. Pero hay más.
La música, por ejemplo, de Bryce Dessner. "Cuando hablamos sobre el proyecto, Bryce lo veía como una ópera, pero como una ópera contenida porque el escenario es una cárcel. La música se va desarrollando como una orquesta que acompaña a la historia, como una armonía que circula junto a las emociones de los personajes, algo que era para mí muy importante", describe el cineasta.
Otro reclamo: los actores que fueron alumnos del taller de teatro en el que se basa 'Las vidas de Sing Sing'. Kwedar está encantado con su trabajo, con "la sensbilidad tan especial" que crearon junto a Colman Domingo. EFE
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