Un Harry Potter de mazapán, dulce atractivo del sur de Córdoba

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Luis Ortega

Córdoba, 5 ene (EFE).- En la localidad de Rute, pueblo "navideño" por excelencia del sur de la provincia de Córdoba, se encuentra un dulce atractivo para los amantes del turismo en estas fechas del año, una figura de Harry Potter a tamaño real hecha completamente de mazapán y que sorprende por su realismo tanto a pequeños como a mayores.

Para su creación "no solo hay que ser maestro pastelero, sino también un poco artista", señala a EFE María del Carmen Caballero, encargada de fábrica del obrador Garrido de Rute, del Grupo Galleros, en cuyas galerías se encuentran algunas creaciones que atraen la mirada de los amantes del merengue, las galletas o las gominolas.

"Nuestro Harry Potter está hecho completamente de mazapán, son 60 kilogramos de producto y se tardó unos dos meses en hacerlo por un maestro pastelero", explica Caballero, que presume de una figura a tamaño real de "entre 1,50 y 1,60 centímetros de altura" y que se encuentra en un rincón privilegiado junto a un imponete Castillo de Hogwarts "elaborado con 150 kilos de merengue".

Unas creaciones pasteleras para las que también "hay que ser artista", ya que el Harry Potter "todo en mazapán está muy bien conseguido", como igual ocurre con sus compañeros de sala, una figura de Super Mario Bros en azúcar glas "muy bien hecho" y al que se llega tras pasar por la casita de Hansel y Gretel y el pueblo de Navidad.

"En estas creaciones tenemos merengue, gominolas, galletas y otros productos" lo que atrae a los amantes del dulce, gente de "todas las edades, desde escolares hasta jubilados y muchas familias con sus hijos" que durante estas fechas se acercan a la fábrica y que trasmiten toda su ilusión a los propios trabajadores del obrador ruteño.

Pero para acabar la visita a las instalaciones, esta empresa alberga un peculiar "Museo del Turrón" con "la maquinaria con la que antiguamente se elaboraban los mantecados y los turrones", unas herramientas, algunas centenarias, "con las que empezaron los abuelos, los fundadores de esta casa y que merece la pena verlo y comprobar cómo ha evolucionado la forma de trabajar", resalta Caballero.

Se trata de un amplio espacio que expone una amplia selección de maquinaria y utensilios que se han usado para la fabricación artesanal de turrones, caramelos y otros dulces típicos de la Navidad desde su creación en el año 1948 y entre las que destaca una refinadora de almendras, cacao, cacahuetes y avellanas de finales del siglo XVIII.

Pero entre los tesoros de la casa del turrón el visitante también puede ver molinos de tamizar azúcar para mantecado y polvorones, picaduras de frutas, amasadores para fabricar distintas masas, un tostador con leña o carbón para el tostado de almendras, cacao, cacahuetes o piñones y una amasadora para mazapanes.

Y en un esquina del museo resalta un imponente horno de leña para la cocina de los dulces, ubicado junto a una refinadora manual de masa de pan, un horno eléctrico para calentar moldes, chocolate y bombones, una báscula de máxima pesada de 1.500 kilogramos, una maquinita menor para caramelos, morteros y molino de piedra, una cortadora de turrones o una caldera de cobre a vapor de 1923 para hacer turrón.

Vestigios de un oficio artesanal que hoy en día se moderniza y reinventa para llegar a las nuevas generaciones y convertirse, en este caso, en el hogar de la más dulce réplica de Harry Potter y su mundo de fantasía. EFE

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