Rafael Peña
Ceuta, 4 ene (EFE).- Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla afrontan con "cautela e incertidumbre" la posibilidad de la inminente apertura de la aduana comercial con Marruecos, a la espera de una confirmación oficial sobre la fecha.
En las últimas horas, tras la difusión en los medios de comunicación de que las conversaciones entre ambos países estaban muy avanzadas, los dos gobiernos autonómicos han reaccionado con "precaución" ante la falta de noticias sobre la fecha.
Según ha podido comprobar EFE este sábado, la frontera del Tarajal que separa Ceuta de Marruecos registra una absoluta normalidad en el tránsito de peatones y vehículos, muy por debajo de otras jornadas teniendo en cuenta que las fiestas navideñas han reducido el paso entre ambos países.
En el caso de Ceuta la apertura de la aduana se producirá por primera vez, al contrario de lo que sucede en Melilla, donde estuvo en funcionamiento hasta que se cerró de forma imprevista en el año 2018.
En declaraciones a los medios este viernes, la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, ha afirmado que "nunca" se ha dejado de trabajar para la apertura de la aduana comercial, si bien ha precisado que todavía no hay una fecha oficial.
"Nadie puede olvidar que para lograr el hito de conseguir una aduana comercial para Ceuta intervienen dos países que están reforzando su unión de forma histórica y que hay muchos ministerios implicados", ha recalcado en las últimas horas antes de pedir "paciencia porque lo verdaderamente importante es que finalmente, tal y como anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se va a garantizar la plena normalización de la circulación de personas y mercancías, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero".
Por su parte, el Gobierno de Ceuta que preside Juan Jesús Vivas (PP) ha apelado a la "calma" y ha defendido que se debe esperar a "información oficial antes de opinar", como ha asegurado a los periodistas el consejero de Comercio, Turismo y Empleo del Gobierno ceutí, Nicola Cecchi.
No obstante, el Gobierno autonómico ceutí ha dejado claro que el futuro "no puede pasar por esta aduana si no podemos contar al 100 % con ella", y ha aludido a una "nueva era de conversión económica" basada en el desarrollo "económico y social" de Ceuta.
Entre los partidos de la oposición -el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), Vox, Ceuta Ya! y el PSOE-, únicamente se ha pronunciado Vox, cuyo presidente local, Juan Sergio Redondo, ha asegurado que la apertura de la aduana comercial es una "estafa" al considerar que lo que exige Marruecos es "meter sus productos en Ceuta sin límite".
Ni la Confederación de Empresarios (CECE) de la ciudad ni la Cámara de Comercio han emitido comunicados al respecto, si bien la presidenta de la CECE, Arantxa Campos, manifestó antes de final de año que tenía claro que ningún empresario de Ceuta "va a basar su negocio en la aduana comercial".
En Melilla se han mostrado más críticos con la reapertura de estas instalaciones; el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda (PP), ha rechazado que ésta se produzca en condiciones distintas a las que tenía antes de que Marruecos la cerrara de forma unilateral el 1 de agosto de 2018, por lo que ha acusado al Gobierno de España de "engañar" con unas medidas "peligrosas y arriesgadas" que suponen que "Marruecos meta sus zarpas en Melilla, España".
Imbroda, que ha señalado que pedirá la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en las Cortes Generales, ha recordado que, antes del cierre de la aduana en 2018 y la aplicación unidireccional que hace Marruecos del régimen de viajeros desde mayo de 2022, Melilla vivía del comercio, por lo que las medidas del país vecino "desmantelaron todo el campo privado en una proporción enorme".
Por ello, ha insistido en que no aceptarán "para nada lo que no sea el estatus quo aduanero que había hace siete años y en derecho internacional".
Los primeros meses del año 2023 fueron aprovechados por la Delegación del Gobierno en Ceuta para la realización de varias expediciones comerciales en la aduana ceutí, con la intención de comprobar el funcionamiento de esta medida, hasta ahora inédita en la ciudad.
La primera de ellas el 27 de enero de ese año con el envío a Marruecos de productos de higiene personal, mientras que el 24 de febrero se trasladó una partida de aceites para motores y, posteriormente, el 26 de mayo, se registró la primera importación desde Marruecos cuando un camión entró desde ese país con un cargamento de quince toneladas de arena.
Las tres pruebas piloto fueron catalogadas como un éxito por las autoridades, que dejaron claro que la aduana de Ceuta estaba "preparada para gestionar las formalidades aduaneras" y que dispone de personal suficiente para ello. EFE
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