Lleida/Girona, 3 ene (EFE).- El Bàsquet Girona, colista destacado de la Liga Endesa con dos victorias en trece jornadas, visita este sábado (18:00 horas) al Hiopos Lleida, 14º y con tres triunfos más en la clasificación pero a una derrota de los puestos de descenso, en un derbi por la permanencia.
El conjunto ilerdense afronta el partido con la misión de reencontrarse con la victoria frente a su gente y dar un golpe sobre la mesa en su objetivo de acercarse un poco más a la salvación.
El Girona llega a la cita con muchas más urgencias, después de encadenar seis derrotas, y con las novedades del escolta Pep Busquets y el pívot lituano Martinas Geben, dos recién llegados para ayudar al equipo a enderezar el rumbo en la competición.
El conjunto gerundense peleó la victoria en el partido contra el Río Breogán que supuso el debut de Moncho Fernández en el banquillo (77-74), tras destituir a Fotis Katsikaris, pero el fin de semana pasado volvió a jugar muy lejos del nivel que se espera para mantenerse en la ACB y cedió por un inapelable 98-68 en la pista del Casademont Zaragoza.
La derrota en Zaragoza evidenció por enésima vez la poca regularidad de los dos exteriores americanos fichados en verano, Aljami Durham (5 puntos y 3 créditos de valoración) y Nike Sibande (2 y -2), y la debilidad del juego interior: James Nnaji aportó cinco puntos, Mindaugas Susinskas, dos, y Francisco Cáffaro y Jaume Sorolla, cero.
Solo se salvó Juan Fernández, máximo anotador del equipo junto a Sergi Martínez, con trece. Pero es que el pívot local Jilson Bango campó a sus anchas. Cerró su exhibición con 27 puntos y 34 créditos de valoración en 22 minutos.
La imagen del equipo fue tan triste que solo tres horas después se anunció el fichaje como cedido de Geben y que el lunes a primera hora Marc Gasol, presidente del club, compareció en rueda de prensa para lementar la "debilidad mental" del equipo y pedir a sus jugadores "un paso adelante en cuanto a liderazgo".
El proceso de reconstrucción por parte de la dirección deportiva que lidera Fernando San Emeterio aún no ha finalizado, pero la competición obliga a mirar el calendario porque el equipo afronta dos partidos en tres días: este sábado en Lleida y el martes en casa ante el Barça.
Y es que el Girona es el peor equipo de toda la competición en valoración por partido, con 70,5, a más de 15 puntos del Lleida, y también en asistencias (13,5, a casi cinco de su rival), en una clara muestra de las debilidades en su juego ofensivo.
Fernández tiene la baja de Yves Pons, por lesión y por la muerte de su padre, y deberá realizar dos descartes más porque cuenta con 15 jugadores en la plantilla.
Por su parte, los de Gerard Encuentra necesitan reencontrarse con la victoria después de caer en sus últimos dos partidos ante el Valencia (107-92) y el Joventut (92-72). Y para eso se encomendarán a un Barris Nord en el que tan solo han logrado ganar el Barça y el Leyma Coruña, y que presentará una gran entrada.
Pese a seguir a una derrota de los puestos de descenso, los burdeos han dado un paso adelante en sus últimos partidos, mostrando un buen nivel tanto en La Fonteta como en el Olímpic de Badalona y haciéndose fuertes en casa, donde han ganado sus últimos dos compromisos frente al Surne Bilbao Basket (84-66) y el Covirán Granada (87-74).
De este modo, los de Moncho Fernández visitarán uno de los pabellones más complicados de la categoría sin haber conseguido ningún triunfo a domicilio en toda la temporada. Aun así, los gerundense ya saben lo que es ganar en el Barris Nord, pues lo consiguieron en la campaña 2020-2021 por 89-111.
El Lleida intentará que es triunfo a domicilio no se repita este sábado, cuando regresará al Barris Nord el base Juani Marcos, que jugó dos grandes temporadas en Lleida y de quien se guarda un gran recuerdo entre la afición burdeos.
El duelo también servirá de reencuentro entre Michael Caicedo, actual escolta del Hiopos Lleida, y sus excompañeros del Girona, equipo donde jugó seis partidos el curso pasado. EFE
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