Hong Kong, 2 ene (EFECOM).- El Gobierno de Hong Kong intensificará en 2025 su respuesta a la crisis de viviendas subdivididas, con un plan para construir 189.000 nuevas unidades de vivienda pública en los próximos cinco años, para mejorar las condiciones de vida de 220.000 ciudadanos afectados y acabar con las conocidas como 'casas jaula'.
Hong Kong eleva así su compromiso para abordar la crónica crisis de la vivienda, en respuesta a la solicitud del presidente chino, Xi Jinping, de ofrecer espacios "más dignos" a personas de bajos recursos en uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo.
Pekín ha insistido a las autoridades locales para que eliminen los pisos subdivididos, y las conocidas como 'casas ataúd' o 'viviendas jaula' antes de 2049, describiendo la escasez habitacional como un "problema profundamente arraigado".
Estos espacios, caracterizados por su reducida dimensión, apenas proporcionan lo mínimo necesario para una persona. Frecuentemente, carecen de los estándares adecuados de seguridad, aislamiento y mantenimiento, lo que repercute de manera negativa en el bienestar de sus ocupantes.
La situación se remonta a la Política de Casas Reducidas, implementada en 1972 por la administración colonial británica, cuyo propósito era ampliar los terrenos habitables. Esta normativa continuó tras el retorno de Hong Kong a la soberanía china y ha limitado la disponibilidad de suelo para los residentes no locales.
La escasez de terrenos ha impulsado una creciente tendencia hacia la construcción de viviendas más pequeñas. Ante la fuerte demanda de opciones asequibles, los desarrolladores han optado por reducir el tamaño de las viviendas, lo que aumentó la oferta de microviviendas y estudios.
Además, la geografía montañosa de la región agrava esta situación al restringir el espacio urbanizable. Con un 75 % del territorio destinado a áreas verdes protegidas, se vuelve cada vez más complicado hallar terrenos apropiados para construir.
Esta situación ha llevado a la necesidad de políticas más innovadoras que promuevan un uso más eficiente del espacio disponible, así como a un debate sobre la posibilidad de utilizar terrenos en desuso o infrautilizados para satisfacer la demanda.
El jefe del Ejecutivo, John Lee, anunció en octubre la intención de establecer, mediante legislación, un sistema de arrendamiento para las unidades subdivididas en edificios residenciales.
La propuesta gubernamental incluye un calendario de implementación hasta 2027, el alcance de la normativa, un sistema de registro para las unidades existentes, y procedimientos para su reconocimiento.
Se establecerán requisitos mínimos de habitabilidad, - como una superficie mínima de ocho metros cuadrados, aseos separados y ventilación adecuada-, así como las infracciones y sanciones correspondientes.
Solo se permitirá el arrendamiento de las unidades que cumplan con las normativas pertinentes, verificadas por expertos, con responsabilidades penales para propietarios que no las respeten, mientras que los inquilinos no serán considerados culpables.
Por otra parte, Lee propuso un programa que recompensará hasta con 3.000 dólares hongkoneses (unos 386 dólares estadounidenses, 372 euros) a quienes ofrezcan información que conduzca a la persecución de abusos en el alquiler de vivienda pública.
La responsable de vivienda, Winie Ho, indicó el martes que actualmente existen alrededor de 110.000 unidades subdivididas en la ciudad. Bajo el nuevo régimen regulatorio propuesto para las Unidades de Vivienda Básica, se espera que el 30 % de estas viviendas sean eliminadas, mientras que el 70 % restante solo requeriría ajustes menores para cumplir con los mínimos.
El año del Dragón se consolidó como un periodo decisivo para este mercado inmobiliario, marcado por la eliminación de las medidas de enfriamiento y la relajación de la relación préstamo-valor máxima por parte de la Autoridad Monetaria.
Estas acciones, junto con recortes en los tipos de interés, impulsaron un aumento del 22,2 % en las ventas de viviendas durante los primeros 11 meses del año. Sin embargo, esta recuperación no fue suficiente para detener una caída del 6,8 % en los precios de la vivienda, que siguen siendo presionados por la incertidumbre del mercado y una oferta abundante.
A pesar de estas dinámicas, se prevé que hacia finales de 2025 el nuevo inventario residencial privado logre un equilibrio más adecuado entre oferta y demanda, según el rotativo South China Morning Post. EFECOM