Luis Ortega
Córdoba, 31 dic (EFE).- Con cada proyecto de investigación arqueológica sobre su extenso patrimonio, la ciudad de Córdoba redescubre su historia con pequeños hallazgos que muestran las costumbres de cada época, el diseño de sus calles o los usos de sus edificios, como el caso de sus baños árabes califales, que ayudan a entender la vida de la Medina del siglo X.
"Las fuentes hablan que en la Medina había 20 baños y actualmente conocemos seis", explica a EFE el arqueólogo investigador Santiago Rodero, que analiza dentro del grupo Patricia de la Universidad de Córdoba los hallazgos del proyecto sobre los "Baños de la Pescadería", encargado por la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.
Descubiertos en 1944 y declarados Bien de Interés Cultural (BIC) diez años después, los Baños de la Pescadería surgen "de una gran casa de época califal de época de Abderramán III, a partir del año 930, aproximadamente", una cronología constatada con el hallazgo de "decoraciones de ataurique" o por los "verdes manganesos en las cimentaciones", señala Rodero.
Posteriormente, esa gran vivienda continúa como tal "hasta la llegada de los almohades en el 1165, aproximadamente", que aprovechan esas salas que tenía la gran casa para convertirlos en baños para "las abluciones mayores". Además, según resalta el investigador, los baños se ubicaban en "uno de los ejes importantes de la ciudad de la MedinaW, que conectaba "la puerta de la pescadería con el Alcázar, la zona de la Mezquita, y la Alcaicería".
Aunque su estado de conservación "es bueno", ya que se mantiene "alzados" y "bóvedas" con cerca de mil años, además de "suelos, forjados, galerías o arcos con capiteles de acarreo pero reutilizados de época mudéjar", los baños no están para "poder mostrarlos todavía al público", aunque su investigación sigue dando detalles de la historia de la época y la función de sus edificios.
"La singularidad de estos baños es la pervivencia en el tiempo de un mismo inmueble, de una de una misma vivienda, desde como mínimo el siglo X hasta la actualidad", subraya Rodero, quien detalla el hallazgo de "un segundo horno correspondiente a la ampliación de la época cristiana de 1237", así como una zona "completamente colmatada de desechos de la combustión" que demostrarían un acceso a los baños diferente al que se pensaba y con una orientación que "no es norte-sur, sino este-oeste".
Con el descubrimiento de ese segundo horno, que permitía que llegara el calor a la sala caliente del baño, que ya había casi duplicado su tamaño respecto a la época anterior, también han localizado unos "suelos suspendidos sobre unos pilares".
Se trata de un "canal" con el que se explica cómo funcionaba la transmisión del calor entre las salas calientes y templadas, el mismo sistema que utilizan los baños modernos de hoy en día y que en las viviendas del siglo XXI se entienden como "suelo radiante", ha señalado el investigador.
"No ha cambiado el sistema de calentamiento de las estancias", expone el investigador, que explica que aunque estos baños no son unas "termas" al carecer de la "natio", sí cuentan con las distintas salas fría, templada y caliente, varios hornos, y vestuarios para el uso público como en los establecimientos "de la época grecorromana" y hasta los que se encuentran actualmente entre las calles del casco histórico cordobés.
Finalmente, Rodero ha subrayado que la investigación ha permitido conocer la transición del edificio entre la época mudéjar del siglo XVI hasta la actualidad y se ha constatado que a mediados del siglo XVIII se establecen unos "hornos de pan" que, de alguna manera, sirven para "industrializar el barrio".
Una vez finalizada la excavación, los investigadores ya han estudiado los materiales hallados, y con las muestras de cenizas y morteros recogidas se llevan a cabo las pruebas de carbono 14 para que se certifiquen los hallazgos, que posteriormente se publicarán para el debate de la comunidad científica.
De esta manera, los Baños de la Pescadería suponen un nuevo atractivo arqueológico para Córdoba y que amplía su red de baños califales, lo que justifica una vez más la importancia de un centro de interpretación que ya proyectan las administraciones y que permitiría un interesante recorrido por sus zonas para seguir redescubriendo la inmensa historia de la capital cordobesa. EFE
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