Madrid, 28 dic (EFE).- El Real Madrid afronta ante el Barça el tercer 'Clásico' de la temporada, primero como local, con la intención de repetir los triunfos logrados en el de la Supercopa disputado en Málaga y en el de la Euroliga jugado en la Ciudad Condal, si bien el técnico del conjunto blanco, Chus Mateo, cree que aunque es un duelo 'diferente' la temporada es muy larga y el objetivo es llegar en las mejores condiciones a pelear por los títulos.
"Siempre es mejor construir desde la victoria que desde la derrota, pero tengo la firme convicción de que este año no es igual que otros años. Vamos a tener que levantarnos muchas veces y tengo la convicción de que este camino que estamos atravesando, lleno de dificultades y con piedras en el camino que hay que sortear, nos va a ayudar a ser fuertes en el momento que tengamos que luchar y competir", dijo en rueda de prensa.
"Solo tenemos que llegar a ese momento en disposición de competir con la gente medianamente sana. Eso te hace ser más fuerte porque si eres capaz de levantarte de las dificultades que estamos teniendo este año te va a ayudar a estar fuerte en el momento oportuno", añadió.
Mateo considera que en un 'Clásico' "no hay favoritos" y que el resultado "muchas veces ayuda a tomar impulso y a salir más fuerte y otras genera un ruido que ninguno de los dos equipos queremos": "Los dos estamos ganando, perdiendo, trabajando una posición lo más alta posible en los partidos que estamos envueltos... no le daría demasiada importancia al cómo llegar", apuntó.
Asimismo entiende que lo que sucedió en los anteriores enfrentamientos "siempre vale" para sacar conclusiones pese a que "cada partido es una historia" y reconoce que la defensa "será importante": "Tenemos que encontrar una línea que vamos encontrando poco a poco, somos de los que menos encaja porque lo dicen los números. Creo que hemos dado un paso adelante en esto".
Por otro lado, confirmó que están todos sus hombres disponibles incluido Alberto Abalde, pese a sufrir un golpe en el hombro en el último partido, y trató la dureza del calendario: "Esto no te permite pararte ni un momento; es un calendario brutal. No me quejo de nada, soy un privilegiado porque trabajar en lo que te gusta es para dar gracias a Dios. Pero aún así considero que 90 partidos para los jugadores con días de descanso entre los que cuentas un viaje o un entrenamiento, no va a permitir que estemos todos todos los días al mejor nivel".
"A lo mejor hay alguien que tiene que levantar la mano y pensar un poco más en el deportista. No soy yo, yo me dedico a hacer lo que me toca y este es mi calendario. Pero sí me gusta ponerlo encima de la mesa porque hacemos que haya muchísimos partidos y que los jugadores lo sufran en sus carnes y en su salud", declaró. EFE