Borja Mayoral, el deseado

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Juan José Lahuerta

Getafe (Madrid), 28 dic (EFE).- Mientras la plantilla del Getafe disfruta de las vacaciones de Navidad, Borja Mayoral se entrena en solitario en la Ciudad Deportiva Fernando Santos de la Parra. Trabaja a destajo para dejar atrás una lesión en la rodilla izquierda y ponerse cuanto a las órdenes de José Bordalás, necesitado de un delantero que acabe con la alarmante sequía goleadora del conjunto azulón.

El regreso de Borja Mayoral es el más deseado entre el cuerpo técnico y dentro de las oficinas del club del sur de Madrid. Fichar en el mercado de invierno es un pequeño lujo para el Getafe y la mejor adquisición para terminar con una de sus carencias está en su propia casa. Para el Getafe, Borja Mayoral es sinónimo de gol.

El atacante formado en la cantera del Real Madrid se machaca cada día para llegar al mes de enero en las mejores condiciones posibles. No se esconde y muestra su trabajo abiertamente en las redes sociales. Este viernes, enseñó unas imágenes en las que aparece tocando balón, sorteando conos y haciendo esprints. Y todas, bajo un mensaje: "Si paras, pierdes".

La realidad es que cuando Borja Mayoral paró de forma obligada la pasada temporada a falta de diez jornadas para el final, el Getafe perdió. Y mucho. Sus datos, hasta el último partido en el que participó, frente a Las Palmas, eran espectaculares. Exactamente, marcó 15 de los 36 goles que acumulaba el equipo de Bordalás a esas alturas del curso. Es decir, el 41,6 por ciento de todos los tantos del Getafe.

Mayoral sufrió una rotura en el menisco de la rodilla izquierda y tuvo que pasar por quirófano. Regresó esta temporada tras perderse las cuatro primeras jornadas. Acumuló varios ratos, en concreto 130 minutos, durante los partidos frente al Betis, Leganés, Barcelona, Alavés y Osasuna. Marcó un gol, de penalti al Leganés, y después recayó de su lesión. Y hasta ahora.

Cuando Mayoral entró en la enfermería en su fatídico partido ante Las Palmas en la jornada 27 de la pasada campaña, el resto de goles del Getafe se los repartieron entre varios jugadores: Mason Greenwood, firmó seis; Nemanja Maksimovic y Jaime Mata, cuatro; Juanmi Latasa, dos; y Stefan Mitrovic, José Ángel Carmona, Carles Aleñá, Gastón Álvarez y Óscar Rodríguez, uno.

De todos esos jugadores, sólo sobrevive uno en el club: Aleñá. El resto se fue. Greenwood al Marsella; Mata a Las Palmas; Maksimovic al Panathinaikos; Latasa al Valladolid; Óscar al Leganés; Mitrovic al Gent; Gastón al Al Qadisiya; y Carmona al Sevilla.

El presidente del Getafe, Ángel Torres, no quiso o no pudo retener a los cedidos. Otros como Mata o Maksimovic, que terminaban contrato, no renovaron. Y con Gastón, hizo caja (13 millones de euros). Esa misma temporada, en el mercado de invierno, también se fue Enes Ünal, otro profesional del gol que acababa de recuperarse de una larga lesión en una rodilla. El Bournemouth dejó al Getafe otros 16,5 millones de euros.

De un plumazo, el Getafe perdió todo su gol. Sobre todo, por la ausencia de Mayoral, que dejó otros dos datos relevantes cuando terminó el curso: pese a perderse diez partidos, fue el español más goleador de la Liga con 15 tantos; y sus goles representaron el 35,71 por ciento del total del Getafe, la cifra más alta de dependencia de todo el campeonato por delante del 35,56 de Ante Budimir para Osasuna o del 35,38 de Alexander Sörloth para el Villarreal.

Para suplir todo ese saco de goles que ya no entran en las estadísticas del Getafe, Ángel Torres y su equipo, con el director Rubén Reyes a la cabeza, salieron al mercado estival para fichar a dos delanteros, ambos cedidos: Bertug Yildirim, por el Rennes, y Álvaro Rodríguez, por el Real Madrid.

De momento, ninguno ha dado el resultado esperado. Álvaro suma dos goles en Liga y Bertug uno después de 18 jornadas. Bordalás avisó en verano de que necesitaban más piezas para completar una nómina de atacantes con poca experiencia en la élite. Bertug, a sus 22 años, acumulaba 28 encuentros en la Ligue 1 de Francia; Álvaro, por su parte, 115 minutos en los diez encuentros en los que participó con el primer equipo del Real Madrid.

Bordalás llegó a lamentar la poca experiencia en Primera División de casi todas las adquisiciones que afrontó el Getafe en verano (Juan Berrocal, Álex Sola, Christantus Uche, Peter Federico o Jirí Letácek). Y, por eso, tras caer derrotado ante el Girona en la decimotercera jornada (0-1), pidió fichajes en el mercado de invierno.

"Es evidente porque llevamos trece jornadas y se ve lo que el equipo necesita. No sé si el club podrá o no podrá hacer un esfuerzo. Está claro que el equipo necesita seis fichajes de primer nivel para intentar ayudar al equipo a recuperar su mejor nivel", dijo.

Ángel Torres contestó con una frase lapidaria: "Contra el vicio de pedir, está el de no dar". Tiempo después, en la comida de Navidad con los medios, lanzó otra contundente: "Con Borja se acaban nuestros pocos males, que no tenemos gol. Es una mala racha. No tenemos mucho gol, pero no nos meten muchos goles. El equipo está dando la talla".

La realidad es que el Getafe solo ha marcado 11 tantos, los mismos que el Lecce, el Southampton y el Le Havre, los peores en esas estadísticas de las cinco grandes ligas europeas. Y para arreglar ese problema, su 'fichaje' trabaja sin descanso para volver en enero. No es otro que Borja Mayoral, el mismo que generó una dependencia anotadora brutal la temporada pasada y que ahora es más necesario que nunca para levantar a un equipo deprimido por su falta de gol. EFE

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