Paula Lerín
Redacción deportes, 23 dic (EFE).- El fútbol femenino español ha vivido en 2024 un año de luces y sombras con la consecución del título de la Liga de Naciones, la primera participación en unos Juegos Olímpicos que acabó con un decepcionante cuarto puesto y la bajada en el ránking mundial de la FIFA al número dos del mundo.
Después de un 2023 en el que España alcanzó por primera vez el puesto número uno mundial después de ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, 2024 ha sido un año de subidas y bajadas a nivel de selección que ha acabado con sensaciones contradictorias y con un posible relevo generacional con la mirada en la Eurocopa de Suiza 2025.
La primera Liga de Naciones es española
La selección inició el año 2024 con el reto de plantarse en la final de la primera edición de Liga de Naciones para obtener el billete a sus primeros Juegos Olímpicos. España estaba a tan solo un partido de lograr esa ansiada clasificación (con pasar a la final se aseguraba el billete para París 2024) y no falló.
En febrero afrontó la fase final en la que ganó a Países Bajos (3-0) en semifinales y a Francia en la final (2-0). En el Estadio de La Cartuja de Sevilla, 'La Roja' se llevó la Liga de Naciones gracias a los goles de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey en un partido que dominó de principio a fin.
Con el título, atrás quedaron los días más convulsos del fútbol femenino español con la reunión en Oliva (Valencia) entre el presidente del CSD, Víctor Francos, la RFEF y las jugadoras en la que se acordó la creación de un protocolo general de actuación “para iniciar una nueva etapa próspera y productiva”.
Así, la Liga de Naciones que empezó en un ambiente enrarecido finalmente terminó con el título en las vitrinas de la Roja y el pase a la primera experiencia olímpica.
Un doloroso cuarto puesto en París 2024 y bajada de ránking
Las campeonas del mundo y de la Liga de Naciones llegaron a la capital parisina como favoritas al oro pese a ser debutantes. Aunque las futbolistas rehuían de ese favoritismo en cada declaración pública, el objetivo era el oro. Pero las sensaciones no fueron buenas desde la fase de grupos pese a hacer un pleno de victorias.
España superó a Japón con una remontada (2-1), Nigeria (1-0) y Brasil (0-2), para avanzar como primera del grupo C. En cuartos de final se cruzó con Colombia, que puso contra las cuerdas a las de Montse Tomé, pero la selección logró empatar un 2-0 en los últimos diez minutos de partido para forzar la prórroga y ganar en los penaltis.
Una remontada que no pudieron repetir en semifinales contra Brasil, tras verse 3-0 abajo en el marcador en un partido que terminó 4-2 con numerosos errores individuales que provocaron las primeras críticas feroces al grupo.
Sin posibilidad de luchar por el oro, España se midió a Alemania en el partido por el bronce, que se les escapó de forma cruel. Ann-Katrin Berger paró un penalti a Alexia Putellas en el último minuto de partido, que terminó con 0-1. Sin medalla y sin pisar París.
La selección se marchó como cuarta de los Juegos Olímpicos y con el grupo cuestionado por el bajo rendimiento de algunas jugadoras y la gestión de Montse Tomé, señalada por decisiones como dejar en el banquillo a Alexia Putellas en la semifinal hasta el minuto 77 con un 3-0 en el marcador. Tras los Juegos bajaron al tercer puesto del ranquin mundial.
¿Relevo generacional?
Tras el batacazo en los Juegos Olímpicos, las dos convocatorias de Montse Tomé han experimentado cambios importantes. La capitana Irene Paredes y la guardameta Misa Rodríguez fueron las primeras en caer de la lista y la última fue Jenni Hermoso, la máxima goleadora histórica de la selección.
Paredes y Jenni Hermoso están dentro del trío de “las dinosaurias”. Con ese apodo se han bautizado a ellas mismas las dos jugadoras y Alexia Putellas, pero ella sí ha entrado en las dos convocatorias. Paredes, con 33 años, y Hermoso, con 34, son las más veteranas del equipo junto a Alexia, que tiene 30.
Misa Rodríguez -uno de los grandes apoyos de Hermoso- no forma parte del grupo de las veteranas, pero su figura quedó señalada por Jorge Vilda después de la derrota contra Japón en el partido de la fase de grupos del Mundial tras el que le quitó la titularidad. Con Montse Tomé no recuperó ese protagonismo y la seleccionadora siguió apostando por Cata Coll como hizo Vilda.
Sin dar explicaciones claras, Tomé dejó entrever en rueda de prensa algunos de los motivos por los que no ha contado con las tres futbolistas con frases como: “Llevamos arrastrando cosas desde hace dos años y eso para mí es pasado” o “tengo claro lo que me gusta de las jugadoras dentro y fuera del campo… Ese compañerismo, ese saber estar”.
“Las 24 futbolistas que están aquí son las que se lo merecen; valoramos el rendimiento deportivo, el talento, la gestión” y “vamos a poner la mirada en las futbolistas que vamos a traer porque queremos hacer el equipo que necesita la selección para rendir. Hay que ajustar ciertas cosas, y eso lleva tiempo”, fueron otras dos frases destacables.
Aitana Bonmatí, segundo balón de oro y cuarto año de dominio español
La centrocampista del Barcelona Aitana Bonmatí ganó por segundo año consecutivo el balón de oro. Así, este galardón recayó por cuarto año en una futbolista española después de los dos de Alexia Putellas y el primero de la de Sant Pere de Ribes.
Aitana ganó este año todos los títulos posibles con el conjunto azulgrana, así como la Liga de Naciones con la selección española. Supercopa, Liga, Copa de la Reina y Liga de Campeones fue el póquer liderado por Aitana en el centro del campo culé. Un juego intangible acompañado de unas grandes estadísticas en ataque con 19 goles en 41 partidos y 18 asistencias.
La catalana también ha ganado el The Best que concede la FIFA a la mejor jugadora del mundo por segundo año consecutivo. EFE
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