La Audiencia Nacional ha condenado a dos yihadistas del Frente Al-Nusra retornados desde Siria que fueron detenidos en 2022 por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, tras entrar de manera coordinada y clandestina en Europa usando la ruta de los Balcanes y ser detectados en Austria y en Mataró (Barcelona).
En ambas sentencias, consultadas por Europa Press, se condena a estos yihadistas a penas de diez y siete años de prisión, respectivamente, por su pertenencia al Frente Al-Nusra, de la que se destaca que es una organización yihadista afiliada a Al-Qaeda en el conflicto sirio, así como que tenía como principales objetivos el derrocamiento del presidente sirio Bashar Al-Assad y la instauración de un Califato Islámico en Siria bajo la ley de la Sharía, al igual que Estado Islámico (DAESH).
Así, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 10 años de cárcel a Mohamed El Maimouni como autor penalmente responsable de un delito de integración en organización terrorista al indicar que este hombre de origen marroquí combatió en las filas del Frente Al-Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria.
"GUERRA HÍBRIDA"
En el escrito de acusación, el Ministerio Público recordaba que esa organización terrorista --el Frente Al-Nusra-- evolucionó con el paso del tiempo hasta ser denominada Hayat Tahrir Al-Sham (HTS) y que participó "en el conflicto sirio y tenía como principales objetivos el derrocamiento del presidente sirio Bashar al Assad y la instauración de un Califato Islámico (...) bajo la ley de la Sharía, al igual que Estado Islámico".
Sumaba a esto que esa organización está especializada "en las tácticas de guerra híbrida y en el empleo de artefactos explosivos improvisados (IEDs) y la realización de atentados suicidas", y añadía que ha mantenido enfrentamientos con Estado Islámico desde 2012 cuando se negó a disolverse.
La sentencia recoge que el condenado participó de esa organización y de sus actividades y que la prueba se encuentra en diversas publicaciones en las redes sociales y en concreto en el perfil público de Facebook 'Abu Yihad', donde colgó "fotografías con indumentaria militar, portando fusiles de asalto AK-47 Kalashnikov y haciendo la señal del tawhid o de la unicidad de Dios".
En otro fotograma se le pudo ver incluso "pisando cadáveres de miembros del Ejército Árabe Sirio (EAS) amontonados en la parte trasera de una pick-up". Y sumaba a esto que se le pudo situar utilizando perfiles en redes "para captar a otras personas para que viajasen a zona de combate y se uniesen a la citada*organización".
EXPERIENCIA MILITAR
Sobre el segundo yihadista, los jueces también consideran probado que Mohamed Aharchi es responsable en concepto de autor de un delito de integración en organización terrorista a las penas de siete años de prisión con inhabilitación absoluta por igual tiempo, imponiendo para él la medida de libertad vigilada por tiempo de cinco años.
Los investigadores de la CGI de la Policía Nacional analizaron diferentes canales con contenidos yihadistas, detectando textos en los que Aharchi instaba a luchar en la guerra de Ucrania al entender que podría ser una opción para los combatientes yihadistas.
En agosto de 2022, cuando fueron arrestados, la Policía Nacional destacó de ambos combatientes extranjeros que tenía formación militar y experiencia de combate desde 2014, cuando se unieron a los grupos afiliados a Al-Qaeda en Siria.
El primero de ellos fue detenido en Austria, gracias a una Orden de Detención Europea (OEDE) emitida por la Audiencia Nacional en el marco de una investigación de la Comisaría General de Información. El segundo fue arrestado en Mataró (Barcelona).
Uno de los detenidos había residido en España antes de desplazarse, en el año 2014, a zona en conflicto mientras que el otro había partido al año siguiente desde Marruecos. Este último nunca había vivido en España, pero gran parte de su familia residía en nuestro país desde hacía siete años.
Una vez en Siria, los investigados se insertaron en los grupos afines de Al Qaeda y recibieron entrenamiento militar para adquirir experiencia en combate. Después de la pérdida de territorios en la zona sirio-irakí por los grupos terroristas, ambos consiguieron desplazarse a Turquía, donde han estado viviendo en los últimos meses a la espera de poder cruzar clandestinamente a Europa.