Loli Benlloch
Paiporta (Valencia), 22 dic (EFE).- Los vecinos de Paiporta (Valencia), en plena zona cero de la riada por la dana del 29 de octubre, estaban convencidos de que este domingo "tenía que tocar aquí" el Gordo del sorteo de Navidad, algo que al final no ha ocurrido, aunque el pellizco que han repartido les ha sabido a premio grande.
El despacho de lotería La Estrella ha vendido nueve décimos de un cuarto premio (el 77.768) y un quinto (el 74.778), mientras que la administración La Millonaria, que hace 35 años repartió íntegramente el primer premio, ha vendido por máquina un décimo de un quinto (también el 74.778).
Ambas administraciones están ubicadas a escasos metros del barranco del Poyo y de hitos que han quedado en este lugar, como el eucalipto que sobrevivió a la brutal riada y ha sido decorado con adornos de Navidad, o la Virgen de color rosa en la que se dejan ofrendas.
Durante la mañana han estado pasando por delante de los establecimientos grupos de militares y de voluntarios ataviados con escobas, botas de agua y cepillos, así como vecinos que iba a recoger juguetes en los puntos de donaciones cercanos o que paseaban en esta fresca mañana de domingo.
"Tiene que tocar", "va a tocar" o "que toque aquí" han sido las frases más repetidas por los vecinos de Paiporta cuando pasaban frente a La Millonaria, que ha abierto sus puertas a primera hora de este domingo, y en ocasiones se paraban a escuchar el sorteo en el televisor instalado sobre los décimos a la venta de El Niño, algunos manchados de barro.
Junto a este local que ha trabajado contra reloj para poder reabrir -consiguió hacerlo el 2 de diciembre después de que el barro y el agua se lo llevaran todo, hasta los carteles que anunciaban que en 1989 dieron el Gordo-, numerosas estrellas decoradas por niños y niñas de toda España desean feliz Navidad y dan ánimos.
Muy cerca está el antiguo local de esta administración de lotería, donde el padre de Cristina Piles, Vicente, repartió íntegramente el Gordo a finales de los años 80, solo cinco años después de la apertura, y donde se conservan los azulejos en los que colgaba los premios.
La mañana ha ido pasando entre comentarios como "el Gordo se está haciendo de rogar" y falsas alarmas, como el jolgorio de un grupo de amigas que se han reencontrado frente a La Millonaria y parecía que estaban celebrando el premio gordo, cuando lo que celebraban era volver a verse tras mucho tiempo.
Pero finalmente esta administración de lotería solo ha repartido un décimo de un quinto, y ha sido el despacho La Estrella el que ha repartido más suerte, lo que ha obligado a la lotera a desplazarse desde València al local, que no pensaba abrir este domingo y que sus padres han atendido en un primer momento.
La emoción y las lágrimas de la lotera de La Estrella Mari Carmen Rodríguez han sido las mismas que si hubiere repartido el premio gordo, pues tras los malos momentos que han pasado y con toda la ayuda que siguen recibiendo ha asegurado que era un forma de devolver "un poquito" de todo el amor recibido.
La Navidad está presente en este despacho de la calle Jaume I de Paiporta que aún muestra las cicatrices de la riada en un peculiar árbol formado por escobas, cepillos y botas de agua, mientras que junto a los carteles de los premios se ha colgado una estrella decorada por una mano infantil con un mensaje que no dejan de repetirse los vecinos: "Ánimo a todos". EFE
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