Madrid, 19 dic (EFE).- La fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, será la nueva fiscal jefe de la sección penal del Tribunal Supremo, después de que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, la haya propuesto para el cargo este jueves.
Ella es una de las cinco mujeres que García Ortiz ha propuesto para ocupar diferentes cargos en la Fiscalía, del total de siete nombramientos discrecionales que ha estudiado este jueves el pleno del Consejo Fiscal.
Teresa Peramato, de carácter progresista, ha sido durante tres años la fiscal de Sala delegada de violencia sobre la mujer, una lacra contra la que ha luchado más de una década, al haber estado adscrita anteriormente a esa unidad entre 2010 y 2018.
El fiscal general la ha propuesto para el cargo de fiscal jefa de la sección penal de la Fiscalía del Tribunal Supremo, una propuesta que no han apoyado los seis vocales de la Asociación de Fiscales (AF) ni el de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).
Sí lo han hecho los vocales natos -la teniente fiscal del Tribunal Supremo y la fiscal jefe de la Inspección, además de García Ortiz- y los dos de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), asociación de la que Peramato fue presidenta.
En esta Fiscalía también estarán Rosa María Giralt, especializada también en violencia machista, tras haber sido fiscal delegada de Valencia de violencia sobre la mujer; y Antoni Pelegrín, que ha sido desde 2012 fiscal delegado de Medio Ambiente y Urbanismo en Cataluña.
Como fiscal inspectora de la Inspección Fiscal del Ministerio Público ha sido propuesta Marta Marquina, hasta ahora adscrita en la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación, mientras que en la Fiscalía de la Audiencia Nacional entrará Concepción Nicolás, que ha investigado durante años el caso Gürtel en Anticorrupción.
En esa Fiscalía Especial ha sido propuesta otra mujer, Elena García, que estaba destinada en la sección de delitos económicos en la Fiscalía de Madrid, mientras que Joan Ramón Menac será fiscal jefe del área de Manresa-Igualada-Vic, en Barcelona.EFE