Sevilla, 18 dic (EFE).- Un jurado popular enjuiciará a partir del 3 de febrero en la Audiencia de Sevilla a un preso de la cárcel Sevilla-II de Morón de la Frontera, acusado de asesinar en febrero de 2023 a su compañero de celda tras asfixiarlo con un cordón, hechos por los que la Fiscalía le pide 19 años y 11 meses de prisión.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en un comunicado, el próximo 3 de febrero están previstas la constitución del jurado popular, la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas y la declaración del investigado, de nacionalidad marroquí y que se encuentra en situación administrativa irregular de residencia en España.
Además, está programado que el día 4 de ese mismo mes comparezcan los testigos y el 5 lo hagan los peritos.
En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía solicita para el acusado 19 años y 11 meses de prisión y que indemnice con más de 197.000 euros a la familia del fallecido por un presunto delito de asesinato.
Los hechos, explica el Ministerio Público, tuvieron lugar el 28 de febrero de 2023, cuando el acusado, una vez finalizada la comida de mediodía, subió a su celda, donde cumplía condena impuesta por sentencia judicial firme por delitos previamente cometidos.
Sobre las 15:30 horas y aprovechando que su compañero se encontraba escribiendo una carta a sus familiares, el investigado se aproximó por su espalda y, de forma súbita y sorpresiva, con ánimo de acabar con su vida, se abalanzó sobre él, apretándole el cuello con las manos y brazos ejerciendo presión, y haciendo igualmente uso de un cordón a modo de lazo, no dejando oportunidad para defenderse.
Una vez lo dejó inconsciente en el suelo, para finalizar su propósito, le anudó el cordón por un extremo al cuello y por el otro a la barra de la litera, ahorcándolo, según sostiene la Fiscalía, que señala que el encausado causó la muerte de su compañero de celda por asfixia mecánica-estrangulación.
El Ministerio Público asevera que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse ni de huir, ya que en esos momentos el cierre automático de las puertas de las celdas estaba activado.
También subraya que el "ataque letal" descrito se produjo de forma sorpresiva y repentina y tuvo lugar ante la tranquilidad de la víctima de encontrarse en el lugar donde desarrollaba su vida íntima con una persona con la que de forma habitual compartía su espacio vital.
La pareja sentimental, el hermano y la madre del fallecido se han personado en las actuaciones como acusación particular. EFE