Pamplona, 18 dic (EFECOM).- Los trabajadores de la empresa BSH de Esquíroz, propiedad del grupo alemán Bosch, se han concentrado este miércoles frente al Parlamento de Navarra para exigir a las instituciones y a la empresa que busquen alternativas al cierre de la planta anunciado este lunes.
Los empleados, que conocieron por sorpresa el cierre, han iniciado distintas movilizaciones para exigir un plan que no deje a tantas personas sin trabajo y que trate de revertir la decisión. La planta cuenta con una plantilla de 655 personas,
BSH es uno de los principales fabricantes de electrodomésticos del mundo y produce en 38 fábricas de Europa, Estados Unidos, Sudamérica y Asia. Además, cuenta con unas 80 empresas de ventas y producción en unos 50 países.
La empresa da empleo a 60.000 trabajadores en todo el mundo, 4.210 de ellos en España, país que cuenta con cinco fábricas.
Bajo el lema 'BSH Esquíroz no se cierra, ez itxi', los trabajadores han gritado consignas como "Si esto no se arregla, guerra guerra guerra" o "Chivite, escucha, saca de la hucha". En la protesta han participado parlamentarios de EH Bildu y Contigo-Zurekin.
El presidente del Comité de Empresa, Juanjo Hermoso de Mendoza, y el secretario, Xabi Tejero, han explicado ante los medios de comunicación que la pasada semana hubo un encuentro trimestral con la dirección en el que no se dijo nada de que fueran a tomar la decisión de cerrar la planta de Esquíroz, por lo que consideran que se les ha ocultado hasta una semana antes de Navidad.
"Esta decisión no solo afecta a las personas que trabajamos en la planta de BSH", ha explicado Hermoso de Mendoza, sino también a los empleados de las empresas proveedoras, auxiliares o de servicios.
Sumando todos los afectados, el comité cifra en un millar las personas que verían en peligro su puesto de trabajo.
La decisión se comunicó este lunes a la plantilla, pero no será hasta dentro de seis meses cuando se cerrará la fábrica.
Los trabajadores aseguran que "no se puede trabajar en esas condiciones" y reclaman que la empresa aclare el futuro, ya que no tienen más información que la del cese de la actividad.
"Nuestro objetivo es claro, hacer reversible la decisión del cierre de la factoría. Consideramos una medida injusta y totalmente desproporcionada que, cuando estábamos hablando de que, para mantener el empleo, hacía falta un pequeño aumento del volumen de producción anual de unos 50.000 frigoríficos, nos encontremos con 655 despidos encima de la mesa", han lamentado.
Los representantes de los trabajadores han hecho un llamamiento a la sociedad navarra y a las instituciones públicas para que trabajen por la defensa de la planta.
Esta tarde está previsto que el Comité de Empresa se reúna con el Gobierno de Navarra, que ya se ha reunido con la dirección.
El Gobierno de Navarra ha mostrado su "malestar" a la dirección de BSH por la comunicación "abrupta" de su decisión de cierre de la planta de Esquiroz y ha planteado su voluntad de trabajar "por el futuro de esta empresa, porque lo tiene", ha explicado el Ejecutivo navarro. EFECOM
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