(Actualiza con capitalización y precio al cierre)
Tokio, 18 dic (EFECOM).- El fabricante de chips japonés Kioxia Holdings debutó este miércoles en la Bolsa de Tokio con una capitalización de mercado de 863.000 millones de yenes (unos 5.353 millones de euros) y una subida del 11 % respecto a su precio de apertura, en la que supone una de las mayores ofertas de venta pública (IPO) del año en Japón.
Antigua filial de chips de memoria de Toshiba, Kioxia salió al parqué tokiota con vistas a financiar un incremento de su producción, y cerró su primera jornada de cotización con sus acciones a un precio de 1.601 yenes (9,93 euros), tras haber comenzado el día a 1.440 yenes.
La firma nipona de semiconductores, con sede en Tokio, estaba controlada por capital privado, mayoritariamente en manos del fondo de inversión Bain Capital, que informó a acreedores de la entidad de los planes para su IPO a principios de año.
Con su salida bursátil hoy, tras un intento truncado en 2020 debido a problemas de suministro en la industria de los chips derivados de la pandemia, Kioxia aprovechará la demanda creciente de semiconductores impulsada por los avances en la inteligencia artificial y la proliferación de centros de datos.
Su debut ayudará a la empresa a sacar adelante su estrategia de crecimiento, que contempla una inversión de unos 450.000 millones de yenes (2.738 millones de euros) para producir chips de memoria de nueva generación.
Además, Kioxia recibirá unos 150.000 millones de yenes (912 millones de euros) en subsidios a la industria nacional de los semiconductores del Gobierno de Japón, en el marco de la estrategia de Tokio para apoyar a este sector y que también incluye ayudas para la construcción de plantas de chips en Japón del gigante taiwanés TSMC y de Rapidus, un consorcio conformado por firmas tecnológicas niponas.
Kioxia Holdings era conocida hasta 2019 como Toshiba Memory Corporation, una empresa que se escindió en 2016 del conglomerado tecnológico Toshiba a raíz de los graves problemas financieros que arrastraba la matriz por sus malos resultados en el sector de la energía nuclear.
La firma nipona comenzó asimismo a negociar en 2022 una fusión con la estadounidense Western Digital, empresa con la que colabora para la producción de chips en Japón, aunque este plan se encuentra en punto muerto desde el año pasado debido al bloqueo del segundo mayor fabricante mundial de chips de memoria, la compañía surcoreana SK Hynix, competidora de ambas e inversora en la japonesa. EFECOM
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