Javier Castro Bugarín
Hsinchu (Taiwán), 18 dic (EFECOM).- Ubicado a escasos 60 kilómetros al suroeste de Taipéi, existe un lugar en donde se desarrollan los semiconductores más avanzados que existen: es el Parque Científico e Industrial de Hsinchu, una suerte de ‘Silicon Valley’ taiwanés que ha propiciado el 'boom' de la inteligencia artificial (IA).
Hogar de TSMC, líder absoluto en la fabricación de chips, y UMC, cuarto mayor fundidor de semiconductores del mundo, este parque se ha estado preparando durante años para la llegada de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento, según cuenta en una entrevista a EFE Tzong-Chyuan Chen, director general del complejo.
“Las oportunidades siempre llegan para quienes están preparados. TSMC ha estado varios años desarrollando su tecnología CoWoS (Chip on Wafer on Substrate, una técnica de empaquetado de chips necesaria para aplicaciones de IA y alto rendimiento) y esta vez la puede usar”, afirma Chen, quien también se desempeñó como viceministro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán entre 2021 y 2024.
Hasta la década de los 70, Taiwán basaba su crecimiento en las industrias intensivas en mano de obra, pero la crisis energética de 1973, junto con la necesidad de diversificar su economía, impulsó a los gobernantes isleños a repensar su modelo productivo. Su atención viró a Estados Unidos, y más concretamente a California, en donde se estaba gestando lo que posteriormente se conocería como Silicon Valley.
“En aquel tiempo, había muchos taiwaneses que volvían de Estados Unidos, que fueron allí (a estudiar o trabajar) y regresaron a Taiwán. Queríamos hacer algo parecido a Silicon Valley, e incluso el dormitorio de aquí lo hicimos de estilo americano para atraer a esos talentos”, relata Chen.
Uno de los principales protagonistas de ese proceso fue Morris Chang, fundador de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), compañía que se ha convertido con el paso de los años en el mayor fabricante de chips del mundo. ¿Y dónde está la sede de TSMC? En el Parque Científico e Industrial de Hsinchu.
Así, desde su fundación en 1980, este parque no ha parado de crecer y expandirse, hasta el punto de que ahora mismo no cabe un alfiler: 630 empresas están radicadas en este complejo de 1.467 hectáreas en el que dominan los semiconductores, la biotecnología y la optoelectrónica con198, 154 y 98 compañías, respectivamente.
En términos de facturación, el parque obtuvo unos ingresos de 1,42 billones de dólares taiwaneses (unos 43.744 millones de dólares) en 2023, lo que representó alrededor del 6 % del PIB taiwanés. Y este año va camino de superar esa cifra, puesto que sus ventas totalizaron 738.300 millones de dólares taiwaneses (22.732 millones de dólares) en el primer semestre, un crecimiento interanual del 10,4 %.
Ese buen desempeño en la primera mitad del año se explica, en parte, por la demanda derivada de la inteligencia artificial: el Parque Científico de Hsinchu es el único de Taiwán que aúna fabricación e investigación de chips, con cinco plantas y un centro de I+D de TSMC, lo que le otorga un rol central en el desarrollo de las tecnologías del futuro.
“La investigación de procesos avanzados -aquellos que emplean nodos de 16 nanómetros o más pequeños y que son los más reclamados por compañías como Apple y Nvidia- se centra en este parque científico. Aquí nosotros investigamos y fabricamos a la vez (...). Como nuestro terreno es limitado, las empresas de semiconductores optan por el parque central o del sur para expandir sus fábricas”, apunta.
Respecto a los desafíos que afronta el complejo, Chen insiste en la necesidad de ofrecer a las compañías un entorno con suficiente energía para que puedan mantener su competitividad global, así como aprovechar la “sólida base” existente en el sector de los semiconductores para diversificar las industrias existentes en el parque.
“Con esa ventaja, queremos desarrollar nuevas áreas emergentes, como medicina de precisión, aplicaciones inteligentes y software de información”, asevera Chen, quien también reconoce otros dos retos a largo plazo: el sostenimiento del liderazgo mundial en materia de semiconductores y la cuestión ambiental, debido al propósito del Ejecutivo de alcanzar las cero emisiones netas para 2050.
“Lo primero es seguir manteniendo nuestra competitividad global y lo segundo construir un parque verde de baja emisión de carbono. Desde la administración vamos a ayudar a nuestras empresas a cumplir con esta medida del Gobierno”, promete el director general del parque. EFECOM
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