Teherán, 17 dic (EFECOM).- Irán se encuentra casi paralizado con colegios, universidades, oficinas públicas, bancos y tribunales cerrados en una veintena de provincias ante la escasez energética y la alta contaminación, a pesar de que el país dispone de las segundas mayores reservas de gas y petróleo del mundo.
Al menos 20 de las 31 provincias iraníes sufren algún tipo de racionamiento energético ante una ola de frío que ha disparado el consumo de recursos y que pone de manifiesto la crisis energética a la que hace frente el país persa con la falta de inversiones en el sector en las últimas décadas.
La llegada de una ola de frío en varias regiones ha provocado un déficit diario de 350 millones de metros cúbicos de gas natural y una escasez de 50 millones de metros cúbicos de combustible en las centrales eléctricas, lo que ha llevado al cierre de operaciones en al menos 17 de ellas, de acuerdo con la agencia Tasnim.
Así, en Teherán cerraron este martes por tercer día consecutivo centros educativos, oficinas públicas y bancos, lo que se percibió en un descenso del tráfico a primera hora de la mañana, unas medidas que también buscan rebajar la contaminación del aire.
Además del cierre de instituciones se han programado cortes de electricidad de dos horas por barrios en la capital de unos nueve millones de habitantes, lo que afecta a los negocios y provoca el descontento entre la población.
La semana pasada ya se produjeron cierres en la capital y otras zonas del país a causa de la fuerte contaminación del aire, otro mal que afecta a la nación persa y para el que no encuentra solución.
Ante esta situación el Gobierno lanzó la semana pasada la campaña “2 grados menos”, destinada a rebajar el consumo de la calefacción en los hogares.
“Pido a todo el querido pueblo del país que si por lo menos reducen en dos grados la calefacción de sus casas ahorraremos mucho combustible con lo que en esta ola de frio podemos suministrar energía a toda la gente querida de nuestro país”, dijo el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, en un vídeo en el lanzamiento de la campaña ataviado con una chaqueta cerrada hasta arriba.
Este gesto pone de manifiesto para el analista Esfandyar Batmanghelidj que para el Gobierno es más sencillo “cambiar el comportamiento de los consumidores” que hacer frente a los problemas estructurales del sector.
Batmanghelidj afirmó en una publicación en redes sociales que las sanciones económicas estadounidenses tiene “parte de la culpa” de la crisis energética al cerrar la puerta a inversiones o acceso a tecnología, pero también señala a la mala gestión gubernamental.
Un aspecto en el que coincide el economista Mahmud Jamsaz.
“La escasez de energía en el país es el resultado de años de falta de trabajo, negligencia y mala gestión de los gobiernos”, dijo a EFE Jamsaz.
El analista explicó que en los últimos 20 años apenas se han realizado inversiones en infraestructuras como refinerías de petróleo o centrales eléctricas en parte porque el país no dispone de los recursos y no hay inversiones extranjeras dadas las tensiones del país con Occidente.
Jamsaz alertó que está falta de energía y los cortes eléctricos que conlleva alimentará la insatisfacción de la población, ya muy presionada por la crisis económicas y la falta de libertades.
“Se puede prever nuevas protestas en el país en un futuro próximo”, aseguró. EFECOM
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