Pamplona, 17 dic (EFE).- La remodelada sala de Prehistoria del Museo de Navarra acoge desde este martes y de forma permanente la Mano de Irulegi y el esqueleto humano conocido como 'hombre de Loizu', dos de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años en Navarra y también a escala europea, que ahora podrá disfrutar la ciudadanía.
Además, cuenta con una ubicación más visible el denominado mapa de Abaunz, un canto de piedra calcarenita, datado en el 9815 a.C., que representaría un mapa ejecutado de forma sintética y esquemática, recurriendo a la estandarización, con objeto de aportar la máxima información.
La relevancia de estas tres piezas ha sido resaltada durante la presentación de la nueva sala por la presidenta de Navarra, María Chivite, quien ha sostenido que, tras el análisis y estudio de ambos hallazgos, ahora "quedan para el disfrute de la ciudadanía".
Los comisarios científicos han explicado la complejidad de sintetizar la gran cantidad de información que estas piezas entrañan para transmitir al público general y permitir su comprensión. Esta mediación se ha conseguido gracias a los textos fijos de sala y los dispositivos audiovisuales, estos últimos diseñados por la empresa navarra Arena Comunicación.
Más de 60 especialistas han participado a lo largo de los últimos años en los diversos trabajos de investigación que han permitido la conservación y la difusión en el Museo de Navarra de estas dos piezas singulares.
Se trata de una lámina de bronce recortada, martillada y batida en forma de dorso de mano derecha, con representación de las uñas, más o menos de tamaño natural. Presenta orificio en la parte de la muñeca realizado por un clavo de fijación y en ella se inscribió un texto.
El sistema gráfico utilizado es una variedad autóctona del signario ibérico que se denomina signario vascónico, caracterizada por la presencia de un signo T común a algunas cecas del territorio.
El texto, sin paralelos conocidos, es de difícil interpretación. La posible relación de eŕaukon con el verbo vasco eradun ‘dar’ y la interpretación de sorioneke como forma de dedicación a una divinidad, quizá ‘buena fortuna’ por comparación con el vasco zorion, invitan a considerarlo un texto de protección o una ofrenda.
Fue encontrada en 2021, durante las excavaciones arqueológicas dirigidas por Mattin Aiestaran de la Sotilla, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en el poblado vascón de Irulegi (Laquidáin-Lakidain, Aranguren), un enclave que estuvo habitado desde el s. XV hasta el s. I a.C.
El Hombre de Loizu
El 'hombre de Loizu', datado hacia el 9400 a.C., es uno de los esqueletos más importantes de Europa para el estudio de los inicios del periodo Mesolítico. Tras su extracción en 2021 en la cueva de Errotalde I (Erro), es uno de los especímenes humanos más completos del mundo para el estudio de las últimas poblaciones de cazadores-recolectores.
Corresponde a un varón robusto, de unos 160 cm de estatura y 50 kilos de peso, fallecido entre los 21 y los 25 años por muerte violenta, como demuestra el impacto de un objeto contundente identificado en su cráneo. Su cuerpo fue introducido y depositado en el suelo de una estrecha y remota galería del interior de la cueva, a unos 200 metros de la entrada, con la cabeza apoyada en una acumulación de hojas. EFE
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