Murcia, 16 dic (EFE).- El ciezano José Antonio Carrillo Morales, el técnico español de marcha atlética más reputado y uno de los mejores del mundo, y el marchador murciano Miguel Ángel López, uno de los mejores de su especialidad, se separan después de 22 años de relación entrenador-atleta.
Ese largo camino que recorrieron juntos finaliza cuando el de Llano de Brujas, pedanía en la que nació el 3 de julio de 1988 -tiene 36 años- afronta el tramo final de una carrera que desarrolló bajo la supervisión de Carrillo, de 68 años cumplidos el 27 de noviembre.
El murciano se puso en manos del técnico espartero cuando apenas tenía 14. Ahora se pone en manos de Luis Manuel Corchete Martínez, de 40 años, natural de Torrevieja (Alicante) y que también fue atleta de alto rendimiento en esa misma disciplina.
López Nicolás, quien puede presumir de haber sido campeón de Europa y del mundo aunque lleva un tiempo sin estar a su mejor nivel, estuvo presente en los Juegos de París 2024, su última gran cita internacional, en la que disputó el relevo mixto formando pareja con Cristina Montesinos y ambos acabaron en novena posición.
Su próximo reto, ya entrenando con Corchete, será el Mundial de septiembre de 2025 en Japón, para el que aún tiene que lograr la clasificación.
Carrillo se queda sin su pupilo más longevo y también sin el campeón olímpico Álvaro Martín Uriol, pues el pacense optó por la retirada con 30 años y tras ser campeón olímpico, mundial y europeo.
El veterano técnico de Cieza asume la dirección de otros marchadores como los ecuatorianos David Hurtado Espinosa, de 25 años y campeón de la Copa del Mundo de 2023 con su país; y Glenda Morejón Quiñónez, de 24 y ganadora de los Juegos Sudamericanos en 2022; y el colombiano Eider Arévalo Truque, de 31 y que se colgó del cuello la medalla de oro en los Mundiales de Londres 2017. EFE
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