Madrid, 13 dic (EFE).- Escritores como Paloma Sánchez-Garnica, Beatriz Serrano o el trío detrás de Carmen Mola han ejercido de libreros por un día en la Casa del Libro de la Gran Vía madrileña, donde una multitud de lectores ha hecho cola para llevarse firmados sus regalos de Navidad o pedirles recomendaciones.
El acto, organizado este viernes por el Grupo Planeta como pistoletazo de salida de la Navidad, ha contado también con la participación de Carmen Posadas, Manel Loureiro, Alice Kellen, Megan Maxwell, Rafael Tarradas, Lucía Galán y María Martínez.
A la entrada de la tienda abarrotada, la ganadora del Premio Planeta 2024, Paloma Sánchez-Garnica, con su mandil de vendedora puesto, ha expresado a EFE su alegría por poder profundizar en su contacto con los lectores en una librería, "la farmacia del alma" de los libros.
La escritora, rodeada de ejemplares de su premiada obra 'Victoria', ha asegurado que los libros son un obsequio "muy consistente" para regalar en Navidad, un objeto con el que "siempre se acierta" porque tiene el poder de "llenar" y "conformar" las vidas de las personas.
Junto a Sánchez-Garnica, se encontraba la finalista del mismo Premio Planeta, Beatriz Serrano, escuchando con detenimiento el eufórico 'feedback' de una de sus lectoras. Para ella, esta interacción es el "lazo final" del largo proceso de escribir y publicar una obra, la parte "más bonita".
"El contacto con los lectores me da la sensación de cerrar el círculo de lo que empezó y ya ha terminado; el libro ya está en manos de otra persona y siempre me gusta mucho cómo viene un lector y te dice: 'buah, me ha encantado esta historia'", asegura mientras firma decenas de ejemplares de la galardonada novela 'Fuego en la garganta'.
En uno de los rincones de la céntrica tienda, los tres escritores que firman bajo el pseudónimo de Carmen Mola celebran "la fiesta del libro", esta vez "desde el otro lado", en un momento "muy natural" para saludar a sus lectores y poder escribir sus dedicatorias en las primeras páginas de los ejemplares de 'El clan', que esperan a ser envueltos.
Carmen Posadas, que ha lanzado recientemente 'El misterioso caso del impostor del Titanic', concuerda en el "divertido y gratificante" encuentro con sus lectores: "Ha sido muy bonita la sensación que te llevas de hablar con los lectores, cómo les ves emocionados".
"Creo que el libro es un regalo imbatible, primero porque es baratísimo, luego porque es un regalo que queda fenomenal, y si además va dedicado, pues tiene un plus", reflexiona Posadas.
Todos los autores convertidos en libreros por un día, han puesto en valor la actividad de estos profesionales y han manifestado su admiración por la forma que tienen de orientar a los lectores y su capacidad de hacer "descubrir mundos completamente inesperados".
Sánchez-Garnica ha recordado que los trabajadores de las librerías no son simples vendedores de libros: "Un librero tiene un punto de psicología que sabe lo que le corresponde y lo que le puede hacer reaccionar a cada lector, y eso es muy complicado, eso se lleva en el alma y es un aprendizaje".
También para Beatriz Serrano los libreros son sus "grandes prescriptores", que le han hecho descubrir "mundos completamente inesperados" y le han ayudado a "llegar más rápido" a caminos por los que, quizás, no hubiese llegado sola. EFE