Pamplona, 11 dic (EFE).- Osasuna visita el sábado el estadio de Espanyol con Moncayola, Rubén García y Nacho Vidal como los únicos supervivientes de la última victoria rojilla en el RCDE Stadium.
Los de Vicente Moreno marchan sin sobresaltos en el campeonato doméstico en busca de un final de año que devuelva la confianza tras unos últimos resultados poco satisfactorios. El empate ante el Alavés fue el tercero consecutivo tras los registrados ante el Sevilla (1-1) y el Villarreal (2-2).
La nueva ocasión que se presenta será frente a uno de los equipos que ocupan los puestos de descenso, con la complejidad que supone medirse a un rival con necesidad. Los pericos son decimoctavos con 13 unidades, a once de las 24 de Osasuna.
Se trata de un duelo que a priori parece asequible, antes de ver los últimos envites entre ambos conjuntos. Osasuna acumula dos empates seguidos en casa del Espanyol. El 1-1 de la 22/23 y el 1-1 de la 21/22 son los últimos precedentes.
Anteriormente, en la segunda campaña de Jagoba Arrasate al frente de Osasuna, los navarros vencieron de forma cómoda por 2-4. Del 1-0 de Marc Roca en el minuto 20 se pasó al 1-4. Rubén García, Chimy Ávila, Moncayola y Roberto Torres fueron los goleadores, antes de que Calleri hicieran el definitivo 2-4 en el tiempo añadido.
De aquellos 18 futbolistas convocados, tan solo 3 siguen vistiendo la camiseta rojilla. Moncayola, sancionado para el choque del sábado por acumulación de amarillas, Rubén García y Nacho Vidal continúan en Pamplona.
En aquella plantilla también estaban Kike Barja, Sergio Herrera y Unai García, a pesar de que aquel día no se sentaron ni siquiera en el banquillo.
Si se echa la vista atrás, Osasuna solo ha ganado en una de las cinco últimas visitas en campo blanquiazul. Por ello, Torró y compañía deberán extremar las precauciones para no verse sorprendidos por un oponente recién ascendido que de momento no ha podido trasladar a la máxima categoría las buenas sensaciones del curso pasado. EFE
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