Río de Janeiro, 11 dic (EFECOM).- El sector agropecuario brasileño terminará 2024 con un crecimiento de cerca del 2,0 % y esa recuperación llegará hasta el 5,0 % en 2025, tras dos años de recesión por problemas climáticos, según las proyecciones divulgadas este miércoles por la Confederación Nacional de la Agricultura (CNA).
"Nuestra previsión inicial era que tendríamos un crecimiento negativo por tercer año consecutivo pero el sector se recuperó en el último trimestre gracias al aumento de las exportaciones de carnes y ahora prevemos que terminaremos 2024 con una expansión del 2,0 %", ha afirmado el presidente de la patronal, João Martins, en una conferencia de prensa.
El dirigente dijo que, tras las caídas sufridas por la producción agropecuaria del 1,8 % en 2022 y del 3,7 % en 2023, el sector consiguió una impresionante recuperación en 2024 pese a haber sufrido este año la mayor sequía en la historia de Brasil, la principal economía de Latinoamérica.
El dirigente ha asegurado que la CNA esperaba inicialmente que la producción agrícola subiera hasta 340 millones de toneladas, pero aclaró que la extrema sequía frustró las expectativas y limitó la producción a 298 millones de toneladas.
La caída de la producción agrícola fue compensada por el aumento del 6,6 % en la producción de carnes, hasta 11,5 millones de toneladas.
Para el próximo año, en cambio, la previsión es que la producción agrícola salte un 8,2 %, hasta 322,5 millones de toneladas, y que la de carne se encoja un 3,3 %, hasta 11,15 millones de toneladas.
"Fue un año muy difícil por los problemas climáticos y el esperado salto en la producción agrícola terminó frustrado por una grave sequía de cinco meses nunca vista en gran parte del país", afirmó.
El dirigente ha asegurado que la patronal llegó a calcular que el sector sufriría este año una nueva retracción, de hasta el 3,5 %, pero que la recuperación en los últimos tres meses le permitió volver a crecer.
La fuerte recuperación prevista para el próximo año será fruto, según la entidad, de las mejores condiciones climáticas, que permitirán que la producción de soja salte un 12,4 %, hasta 166 millones de toneladas, y la de maíz un 3,6 %, hasta 120 millones de toneladas.
"El clima será mucho más favorable el próximo año, pero tenemos muchos desafíos que nos preocupan, como el cambio (el dólar llegó esta semana a su mayor nivel histórico) y el uso de disculpas ambientales para disfrazar el proteccionismo comercial", afirmó en la misma rueda de prensa el director técnico de la CNA, Bruno Lucchi.
Además de la devaluación del real, que puede encarecer las importaciones de insumos y productos como fertilizantes, Lucchi también mencionó como desafíos la posibilidad de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eleve los aranceles sobre los productos brasileños y el fuerte aumento de los fletes marítimos provocado por las guerras en Europa y Oriente Medio.
Dijo igualmente que la creciente inflación en Brasil pude reducir el consumo interno y que la elevación de los intereses para combatir los precios terminará encareciendo el crédito para los agricultores. EFECOM