Barcelona, 11 dic (EFE).- Una jueza ha condenado a una multa de 2.160 euros a cuatro estudiantes independentistas, para quienes la Fiscalía pedía tres años de prisión, por la protesta que expulsó a miembros del colectivo constitucionalista S'ha acabat que habían montado un tenderete informativo en la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
En la sentencia, la titular del Juzgado de lo Penal número 20 de Barcelona impone a los cuatro acusados una multa por coacciones, aunque les absuelve de siete delitos de lesiones, ya que considera que no se les puede atribuir una intención directa de menoscabar la integridad física de los miembros de S'ha acabat ni que participaran en una agresión física, "más allá de los empujones" para expulsarles del recinto.
Los hechos ocurrieron el 23 de febrero de 2022, cuando en la Plaza U d'octubre de la UPF en Barcelona se celebró una 'Feria de asociaciones', convocada por el Consejo de Estudiantes, con la participación de 24 entidades, entre ellas la constitucionalista S'ha acabat.
Un grupo de más de 80 personas, entre ellos los cuatro condenados, se concentraron en la zona para expulsar a los miembros de S'ha acabat, "movidos por sentimientos de rechazo e intolerancia a la ideología, de extrema derecha-fascista" que atribuían a este colectivo, así como "a todo lo que para ellos representa España", según la sentencia.
"La animadversión hacia dicha ideología, que por su vinculación con S'ha acabat atribuyeron a los asociados y simpatizantes que aquel día hallaron en la parada de la feria fue el único motivo del ataque", según la jueza.
En su sentencia, la magistrada concluye que los acusados no se pueden amparar en que ejercían libremente su derecho a la libertad de expresión porque fueron más allá de reivindicar sus opiniones.
"Se cruzó la línea de coartar la libertad ajena, en la medida que se impidió a los miembros de S'ha acabat su libertad deambulatoria y de expresión o explicación de su ideología o fines, y ello se hizo con el uso de la fuerza sobre las cosas y sobre las personas, por lo que nada puede amparar la acción realizada", resalta la jueza.
Según la sentencia, los concentrados, entre los que se encontraban los cuatro acusados, mostraron una "actitud hostil", de forma que en grupo les forzaron a abandonar su puesto, que empezaron a desmontar, y les obligaron a salir del lugar por un pasillo humano, desde el que les profirieron patadas y pellizcos mientras les gritaban "fuera fascistas de la universidad".
Posteriormente, fuera del pasillo humano, los miembros de S'ha acabat también recibieron empujones, algunas patadas y golpes en la espalda.
La jueza considera que las heridas que sufrieron los miembros de S'ha acabat no justifican por si solo que se condene a los acusados por un delito de lesiones, ya que son "compatibles" con el hecho de tratar de impedir ser desplazados, "ejerciendo para ello fuerza que contrarreste la que se ejercía en contra".
En un comunicado, Alerta Solidaria, que ha ejercido la defensa de alguno de los acusados, ha advertido de que si se condena por discriminación ideológica a quien "rechace el fascismo", se acaba protegiendo a los ultras. EFE