Madrid, 10 dic (EFE).- El fiscal Salvador Viada ha declarado ante el magistrado de Tribunal Supremo que investiga una filtración de datos de una causa del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que vio al fiscal general, Álvaro García Ortiz, consultando un móvil con su segunda cuando se registraba el despacho del primero.
El magistrado Ángel Hurtado investiga si García Ortiz y la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, incurrieron en un delito de revelación de secretos sobre los correos en los que Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso, ofrecía un pacto a la Fiscalía en el que se declaraba culpable de dos delitos fiscales por defraudar más de 350.000 euros de beneficios por la venta de mascarillas en la pandemia.
Este martes ha comparecido como testigo Salvador Viada, fiscal del Tribunal Supremo, vocal del Consejo Fiscal y miembro de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), que ejerce la acusación en esta causa, y que ha respondido a todas las partes, entre ellas a la teniente fiscal del Tribunal Supremo, María Ángeles Sánchez Conde.
A su salida del tribunal Salvador Viada ha manifestado a los periodistas que ha declarado lo que vio en dependencias de la Fiscalía General del Estado la tarde del pasado 30 de octubre cuando agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registraron el despacho de Álvaro García Ortiz.
"En un momento puntual vi a la fiscal encargada del asunto -María Ángeles Sánchez Conde- con el fiscal general del Estado consultando un teléfono", ha recordado.
Viada ha añadido que le llamó la atención el contexto más que el hecho mismo y ha reconocido que no puedo saber "ni qué miraban, ni de quién era el teléfono ni ningún detalle por el estilo".
"Al margen de ese episodio, en lo personal me he llevado muy bien con Ángeles Sánchez pero estar en esta situación no es agradable ni para mí ni para ella, pero la verdad es la verdad y como testigo digo lo que veo, no tengo que valorar", ha comentado.
Viada ha sido preguntado si no pensó en ese momento en decirles a los agentes de la UCO que se encontraban en dependencias de la Fiscalía lo que había visto.
Al respecto ha dicho que los agentes de la UCO "no son idiotas" y que cuando vio entre las seis y las siete de la tarde la escena entre Álvaro García Ortiz y Ángeles Sánchez Conde pensó que tenía que haber acabado el asunto y que les habían devuelto el teléfono aunque ha añadido que los agentes permanecieron en la Fiscalía aproximadamente hasta las once de la noche.
En cualquier caso ha insistido en que lo que le llamó la atención fue el contexto porque "un fiscal no habla con el investigado en medio de una diligencia".
"Es lo que nos han enseñado siempre y también lo dice el código ético", ha abundado al respecto Salvador Viada.
Para contextualizar el momento ha dicho: "Estábamos todos sacudidos en la Fiscalía porque no todos los días al fiscal general del Estado se le produce una diligencia invasiva de derechos fundamentales por la posible comisión de un delito. Te quedas un poco estupefacto". EFE