Madrid, 10 dic (EFE).- El coronel de la Guardia Civil Francisco Javier Vázquez ha negado tajantemente haber recibido "órdenes directas" del titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre el caso Koldo, y ha rechazado haber hablado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni buena parte de sus ministros.
Al frente de la unidad de inteligencia especializada en terrorismo internacional del instituto armado (UCE2), Vázquez ha comparecido este martes en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado para explicar su relación con el empresario y presunto conseguidor de la trama, Víctor de Aldama, que colaboró con su unidad desde 2017 o 2018, según ha dicho.
Durante su comparecencia, el coronel ha negado haber hablado sobre este caso con ningún miembro actual o pasado del Ejecutivo de Pedro Sánchez -del exministro José Luis Ábalos a la vicepresidenta María Jesús Montero o el actual presidente catalán Salvador Illa-; ni tampoco con su mujer, Begoña Gómez; y ha dicho que no conoce ni al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, ni al exdirigente de Globalia Javier Hidalgo.
Vázquez ha visto en su comparecencia parlamentaria un "momento magnífico" para poner "contexto a muchas cosas que son netamente importantes de aclarar para que no quede ningún estigma", y ha querido separar las cuestiones relacionadas con la "relación o vinculación profesional" de Koldo García, exasesor del exministro Ábalos, y del empresario De Aldama con el servicio de información, de los presuntos delitos que hayan podido cometer después.
"No podemos anticipar su conducta años anteriores", ha indicado en relación a la medalla que impuso en 2022 a Víctor de Aldama -que ha dicho querer colaborar con la Justicia a cambio de su salida en prisión- y de la que no ha querido rehusar ninguna responsabilidad. "El primer responsable soy yo", ha reiterado.
Esa medalla, otorgada de manera conjunta junto a otros 515 personas ajenas a la Guardia Civil, fue firmada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por el ministro Marlaska; igual que su antecesor con el Gobierno del PP, Juan Ignacio Zoido impuso en 2018 una a Koldo García.
Ambos colaboraron con la unidad antiterrorista de la Guardia Civil -según ha explicado el coronel-; primero García y luego De Aldama, que entró a instancias del primero entre finales de 2017 y 2018, cuando el PP estaba en Moncloa. Y su colaboración, ha indicado el mando del instituto armado, estuvo "absolutamente autorizada".
Vázquez no ha querido entrar en la presunta implicación de De Aldama en la obtención de comisiones por contratos de mascarillas, pero ha justificado que se le impuso la medalla en base a una serie de criterios, como su colaboración en la recaudación de fondos para la investigación de enfermedades raras o para ayudar a una familia de guardia civiles que tenían una hija de tres años con leucemia.
En el momento en el que se le premió, ha dicho, "en absoluto" se sabía que él o Koldo García estuviesen relacionados con un caso de corrupción.
Como hizo ante el juez cuando declaró como testigo, el coronel ha explicado que, tras las detenciones del caso Koldo el 20 de febrero, él y otros agentes mantuvieron conversaciones con el comandante Rubén Villalba, que era quien gestionaba el contacto con De Aldama y que está investigado en la Audiencia Nacional por recibir presuntos sobornos.
No había ninguna "sospecha" o "indicio" contra él, ha subrayado el coronel, pero, en atención a un "procedimiento reglado y ordenado" por la Jefatura de Información, quisieron conocer cuál había sido su relación con el servicio, y para ello realizaron una "teatralización y guionización" de su conversación con el comandante.
El coronel ha sido preguntado por las imágenes publicadas que sitúan a De Aldama en una cacería con él y dos agregados del CNI y el FBI, y su vídeo disparando en un campo de entrenamiento de una unidad de élite de la Guardia Civil en Logroño.
Vázquez le ha restado importancia y ha indicado que la cacería entraba dentro de las "relaciones ordinarias de conciliación, con la participación de servicios extranjeros".
Y sobre lo segundo, ha negado que fuese un acto de instrucción, como puede verse por la vestimenta de De Aldama -"mocasines, vaqueros y camisa"-, sino que fue una solicitud del empresario, con licencia de armas, en un curso, y ha negado que fuese un "trato VIP", sino que es algo que se ha hecho con otros colaboradores. EFE
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