Shanghái (China), 9 dic (EFECOM).- El Politburó, el segundo nivel de mando del Partido Comunista de China (PCCh), prometió hoy que apostará por políticas fiscales "más proactivas" y por una "flexibilización moderada" en materia monetaria con el objetivo de "impulsar el consumo de forma enérgica" en 2025.
Según la prensa local, se trata de la primera ocasión desde 2011 en la que las autoridades chinas cambian su postura sobre política monetaria, que ya había sido "moderadamente flexible" entre 2009 y 2010 y que, durante los últimos 14 años, había sido "estable y firme".
El documento, divulgado por la agencia oficial de noticias Xinhua, indica que el PCCh tendrá entre sus objetivos "expandir la demanda nacional en todas las direcciones" y "mejorar la eficiencia de la inversión".
"Enriqueceremos y mejoraremos nuestra caja de herramientas política, reforzaremos los ajustes anticíclicos extraordinarios y daremos una buena combinación de golpes políticos para mejorar el control macro preciso y efectivo de cara al futuro", reza el documento.
Bloomberg apunta que esta señal de flexibilización, que se produce semanas antes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el previsible recrudecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos, apaciguará a los inversores que se quedaron decepcionados tras un anuncio de estímulos que se centró más en canjear la 'deuda oculta' de los gobiernos regionales que en espolear el consumo.
En cualquier caso, las autoridades chinas mantendrán su postura de "buscar el progreso y mantener al mismo tiempo la estabilidad", centrándose asimismo en la reducción y prevención de riesgos en áreas clave de la economía: "Debemos (...) mantener firmemente la línea roja de no permitir que haya riesgos sistémicos".
El documento llama asimismo a "hacer un buen trabajo a la hora de proteger el sustento de la gente y la seguridad y la estabilidad, para proteger la estabilidad de la situación social general", con vistas a mejorar las perspectivas de los chinos: "Debemos esforzarnos más en mejorar la sensación de logros, felicidad y seguridad del pueblo".
Acerca de la prolongada crisis inmobiliaria, factor clave ya que el sector llegó a suponer casi un tercio del PIB nacional y la vivienda es uno de los vehículos de inversión más populares para las familias chinas, el Politburó avanza esfuerzos para "estabilizar el mercado", igual que de cara a las bolsas de valores.
En relación con los lazos económicos con el resto del mundo, los líderes de la segunda potencia mundial piden "expandir la apertura de alto nivel al resto del mundo y estabilizar el comercio exterior y la inversión extranjera".
Se espera que este mismo miércoles, los líderes chinos den comienzo a la Conferencia Central de Trabajo Económico, una cumbre anual clave en la que tratarán, a puerta cerrada y previsiblemente durante dos días, los objetivos económicos para el próximo ejercicio.
La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial. EFECOM