Madrid, 5 dic (EFE).- La escritora Beatriz Rodríguez ahonda en una historia fundacional matriarcal en su regreso a la novela con ‘El espejo de Diana’, una obra en la que las protagonistas son mujeres sabias, parteras y brujas, porque, como dice la autora, "siempre ha habido una cultura femenina paralela a la institucional".
“Quería contar una historia épica y fundacional sobre la humanidad desde el punto de vista de las mujeres. Eso me llevó a ahondar en una religión alternativa, que me acercó a otras costumbres e inicios civilizatorios que tienen más que ver con el matriarcado, que con el patriarcado”, explica Rodríguez (Sevilla, 1980) en una entrevista con EFE.
La autora afirma que “el patriarcado está ligado al capitalismo y a la religión católica”, y que en estas páginas se quería alejar de todo ello para detenerse en la cotidianidad y lo que conceptualiza con el término ‘la ciencia hembra’ vinculado al cuerpo de las mujeres, “un híbrido en el hay un poco de magia heredada, pero también una búsqueda de conocimiento sobre lo pragmático y lo real”.
A caballo entre la magia y la ciencia, Rodríguez se sumerge en este libro, editado por Lunwerg, en una historia costumbrista enmarcada en el entorno rural, donde lo femenino y lo masculino se enfrentan a través del linaje de dos familias encaradas y emparentadas al mismo tiempo.
La obra trata el sometimiento femenino en el ámbito rural desde una perspectiva profunda, elevando una historia cotidiana al terreno de lo simbólico. Entre la realidad y el mito, se explora el ancestral poder de las mujeres, un legado silenciado y anulado a lo largo de la historia.
"Lo femenino ha convivido con la violencia masculina de manera casi ancestral y fundacional. La magia se convierte entonces en un método de defensa hacia la violencia que ejercen los hombres contra el cuerpo de las mujeres desde el principio de los tiempos", sostiene Rodríguez.
La también escritora de la novela 'Cuando éramos ángeles' (Seix Barral, 2016) y de los libros de relatos 'La vida real de Esperanza Silva' (Casa de cartón, 2013) o 'El sexo de las embarazadas y otros relatos salvajes' (Elenvés, 2021) confiesa que poner foco en historias que dan protagonismo a las mujeres no es casual.
"Me interesa romper los tópicos e intentar no hacer personajes prototípicos con respecto al tema de la violencia contra las mujeres, que me parece fundamental", explica.
Porque, como agrega, Rodríguez considera imprescindible “desmenuzar el concepto de víctima” para ver cómo se pueden empoderar ellas y todas las mujeres. EFE