Zaragoza, 4 dic (EFE).- El breve pero intenso trayecto que separa el Museo de Zaragoza de La Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, ya lo ha realizado el pintor más universal de Aragón, Francisco de Goya y Lucientes, cuya obra estará presente en algunas de las salas más emblemáticas del palacio hasta una fecha indeterminada de los próximos dos o tres años, mientras duren las obras del museo.
Del cierre del Museo de Zaragoza para afrontar unas complejas obras de reforma y reparación surgió la oportunidad para que el edificio más emblemático de la Comunidad, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1986, albergue la amplia colección del espacio zaragozano, al que se irán sumando diferentes obras de otros, siempre con referencias a Aragón.
La exposición será viva y los visitantes siempre podrán encontrar alguna cosa nueva, porque a partir de marzo de 2025 la exposición recibirá cuadros emblemáticos procedentes de otras colecciones y también por los cambios que se irán realizando de las obras gráficas. Además, variarán cada cierto tiempo las páginas que se muestren de los libros que Goya vendía de las primeras ediciones de sus conocidas series.
La presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón, han inaugurado este miércoles la exposición “Goya. Del Museo al Palacio”, una muestra de carácter único y excepcional de 62 obras que permanecerá abierta en el área histórica del Palacio de la Aljafería desde mañana jueves.
La colección está compuesta por obras del Gobierno de Aragón y del Ministerio de Cultura, por depósitos procedentes tanto de colecciones particulares como de diversas instituciones, como el Museo Nacional del Prado, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Escuela de Artes, la Fundación Caja Inmaculada y el Ayuntamiento de Jaraba (Zaragoza), así como de colecciones particulares.
El proyecto tiene un discurso de narrativa cronológica que permite entender mejor la obra de Goya en su contexto histórico-artístico, pero con acentos temáticos que enfatizan aspectos del artista, como el Goya grabador o el retratista real.
Del total de obras, dos son esculturas; cuatro álbumes de estampas de Goya y otras 20 estampas sueltas del pintor. Hay una carta de Goya remitida a Martín Zapater, de 1780; un dibujo; una edición facsímil digitalizada e interactiva del Cuaderno Italiano, y 34 óleos. Son obras del pintor de Fuendetodos, pero también se podrán contemplar obras de José Luzán Martínez, maestro del pintor; Corrado Giaquinto; Francisco Bayeu; Ramón Bayeu, y fray Manuel Bayeu.
La exposición recibe al visitante con el imponente busto de Francisco de Goya hecho por el escultor Mariano Benlliure Gil en 1902 en yeso policromado y patinado en bronce.
El director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, ha reconocido que después de ver tantos años la obra de Goya en el espacio de la Plaza de los Sitios, contemplarlos en la Aljafería le produce emoción.
"Me emociono. Es una atmósfera diferente que me produce entre placer y escalofríos. A veces pienso que debería haberse titulado: 'Goya, emoción en la Aljafería", ha confesado.
Por su parte, Marta Fernández, ha destacado el valor histórico de que por primera vez el genio de Fuendetodos entre en la Aljafería.
Esta muestra supone el primer paso en el itinerario que llevará al Bicentenario del fallecimiento de Goya, en 2028.
Azcón ha insistido en que si en la celebración del primer centenario se reivindicó a Goya como artista universal, en este segundo se va a ensalzar su figura como aragonés universal.
"Si Goya vivió como vivió y pintó como pintó fue por ser aragonés. Su actitud ante la vida, reflejada en su forma de pintar, se vio influida de manera determinante por su ser aragonés", ha subrayado. EFE
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