El taller de Miquel Aparici acoge la experiencia gastronómica '¿A qué sabe una escultura?'

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Hèctor Mariñosa

Barcelona, 4 dic (EFE).- Tartar de escorpión al cava, Buñuelo de perezoso, Oveja a baja temperatura o Pecera a la Meunière han sido algunos de los platos servidos anoche a 40 privilegiados comensales en el taller del artista Miquel Aparici durante la experiencia '¿A qué sabe una escultura?', que ha conectado obras de arte con la gastronomía.

La insólita cena ha sido organizada por el escultor y por el galerista Bert van Zetten, de Villa del Arte Galleries, dentro de las actividades de la Semana del Arte en Cataluña, con el objetivo de mostrar la estrecha conexión existente entre el arte y los sentidos, mediante platos que provocaran emociones y sensaciones relacionadas con la contemplación de una obra de arte.

Entre los invitados, amigos del artista y del galerista, coleccionistas de las obras de Aparici procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Turquía, y personas seleccionadas entre todas las que mostraron interés por asistir a la cena y defendieron su candidatura para tener un sitio reservado en la gran mesa instalada en el taller del escultor, situado en el edificio Freixas de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El menú estaba formado por diez platos inspirados en otras tantas obras de Miquel Aparici, escultor especializado en la construcción de figuras de animales con antiguas piezas metálicas o de madera, de la mano del cocinero Roger Viñas, chef del restaurante Avenir de Barcelona.

Antes de la degustación, y tras la presentación de cada escultura en la misma mesa o en un pedestal junto a ella, en el caso de las más grandes, Chesco Salrach, jefe de sala y 'narrador de historias' del Avenir, ha ido detallando la interrelación de las piezas con el plato que se iba a servir.

Así, en el caso del Tartar de escorpión al cava, ha advertido de que se trataba de una receta algo picante que se complementaba con un 'antídoto' que había que beber tras consumir el 'arriesgado' plato, aunque en verdad estuviera elaborado con calamares en lugar de alacranes, o que el Buñuelo de perezoso se fundiría en la boca sin esfuerzo.

En declaraciones a EFE, Aparici ha explicado que pidieron al chef del Avenir que buscara "recetas inspiradas en mis esculturas con la sinergía de unir ambos mundos, el arte y la gastronomía, que tienen muchas semejanzas, y creo que la gente lo entiende muy rápido y le hace mucha gracia".

Sobre platos como el del Tartar de escorpión que va acompañado de un antídoto para quitar el picor, señala que se trata de "un juego un poco humorístico, porque al final mi obra tiene un punto de humor, un guiño al espectador, y esta parte también me gusta que se vea en los platos".

Bert van Zetten ha señalado por su parte que la idea de organizar esta cena surgió entre ambos como un plan para fusionar la gastronomía y la escultura, y que a la hora de escoger el lugar "hemos pensado en su taller, que es tan bonito, para ofrecer a las personas que hemos invitado un momento mágico dentro de su mundo".

Ha añadido que tras esta experiencia ya piensa en otras ideas "que aún son secretas", si bien de momento dice estar "concentrado en el mundo de Miquel, que es superinteresante, superdivertido y tiene mucho éxito, pues sus esculturas se venden por todo el mundo".

El chef Roger Viñas y el jefe de sala del Avenir, Chesco Salrach, han indicado que para elaborar el menú han adaptado algunos platos que ya ofrecían en su carta, y han creado otros, algunos de los cuales posiblemente ofrecerán en su restaurante y otros que no.

Salrach ha asegurado que ha sido fácil organizar la cena en el taller del artista, "un lugar muy emblemático para poder hacer una cena de estas características, rodeados de todas las obras de Miquel", y piensa que "servir aquí nuestros platos es una buena combinación para poder acompañar arte con arte".

En el restaurante, donde tienen expuestas algunas obras de Aparici, intentarán hacer una versión adaptada de la cena, en mesas más pequeñas y explicando los platos, aunque sin poder disponer de las obras originales.

El menú de la cena incluía también un Cremoso de gallo, Cangrejo en su jugo, Pato caramelizado, Jabalí con salsa de gamba roja, Tornillos con avellanas y Dulce de Mariposas, y ha estado acompañado de vinos y cavas de Cataluña. EFE

(foto) (vídeo)

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