Barcelona, 3 dic (EFE).- Un equipo científico del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona ha impulsado un proyecto para cartografiar las relaciones evolutivas entre distintos tipos de células animales marinas para descubrir cómo han cambiado a lo largo del tiempo organismos complejos como las neuronas.
Los océanos de la Tierra albergan muchas criaturas grandes y pequeñas, incluidos algunos antiguos linajes de animales que contienen pistas vitales para poder explicar la identidad de una célula a través de su evolución en el tiempo.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo del Consolidator Grant, una ayuda del Consejo Europeo de Investigación (ERC) valorada en dos millones de euros, utilizará herramientas genéticas avanzadas para trazar un árbol genealógico de tipos celulares, vitales para entender la evolución de los componentes básicos de la vida.
Concretamente, el proyecto se centrará en los cnidarios, un grupo de animales que incluye medusas, corales y anémonas de mar, criaturas con una amplia variedad de tipos celulares y características conservadas y únicas.
Además, forman parte de un antiguo linaje animal que ha existido durante más de 550 millones de años a lo largo de la historia de la vida en la Tierra.
"Los cnidarios son una ventana única para reconstruir el origen de algunas células, así como para comprender cómo surgen nuevas células en la evolución", ha afirmado el profesor de investigación ICREA Arnau Sebé, coordinador del proyecto e investigador del CRG y del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido).
Con este objetivo, el grupo utilizará técnicas avanzadas en genómica unicelular y biología computacional, procedimientos que profundizarán en los programas moleculares que definen la identidad de una célula, tales como los genes específicos que están activos en cada una y cómo se regulan.
El equipo está particularmente interesado en las secuencias de ADN conocidas como elementos reguladores, que actúan como interruptores, activando o desactivando genes.
De esta forma, al analizar cómo han cambiado estas secuencias reguladoras a lo largo del tiempo, el grupo espera comprender cómo surgieron nuevos tipos de células.
Anteriormente, el doctor Sebé demostró que los placozoos, criaturas con forma de panqueque que viven en mares poco profundos y que están estrechamente relacionadas con los cnidarios, tienen células similares a las neuronas.
Dado que aparecieron por primera vez en la Tierra hace cientos de millones de años, la investigación proporcionó una teoría plausible que indicaba que las células sirvieron como modelo para los sistemas nerviosos que más tarde surgieron en animales más complejos, incluidos los humanos.
La financiación del Consejo Europeo de Investigación ayudará al grupo a crear nuevos árboles evolutivos más precisos de tipos de células y a probar hipótesis distintas, incluida la cuestión sobre si ciertos tipos de células, como las neuronas, evolucionaron una o varias veces de forma independiente en diferentes linajes.
El trabajo también sienta las bases para la "sistemática celular", un nuevo marco para clasificar los tipos de células en función de sus relaciones evolutivas, de forma similar a la clasificación de las especies en taxonomía.
Un árbol genealógico de tipos celulares podría revolucionar la biología y la medicina, ya que saber cómo los distintos tipos de células han mutado con el tiempo ayuda a la ciencia a comprender la evolución de la vida compleja a nivel celular.
También pueden revelar cómo los cambios en el ADN a nivel molecular condujeron a nuevas funciones y estructuras celulares, contribuyendo a la diversidad de la vida.
La ayuda también contribuirá al proyecto Biodiversity Cell Atlas, un incipiente esfuerzo mundial coordinado por el doctor Sebé para crear mapas detallados de todos los distintos tipos de células en muchos organismos diferentes. EFE
agp/rq/cc