Madrid, 3 dic (EFE).- El primer equipo de 22 asesores científicos, uno por ministerio, ya está listo para ayudar a "impregnar" de ciencia la administración general del estado y el proceso de toma de decisiones, una red de investigadores paritaria -55 % son mujeres- procedente de seis comunidades autónomas, sobre todo Madrid y Andalucía.
Esta primera promoción ha sido elegida de entre 1.601 candidaturas y sus integrantes trabajarán a tiempo completo en los gabinetes ministeriales. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los ha recibido este martes en la Moncloa, una reunión a la que también han acudido los ministros.
"En tiempos como los actuales, escuchar a la Ciencia es más importante que nunca. Por eso, el Gobierno de España incorpora hoy 22 asesores científicos a sus ministerios, para que ayuden a mejorar la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas", señala Sánchez en su cuenta de X.
12 mujeres y 10 hombres de "inmenso talento" que han sido elegidos entre 1.601 candidatos en un proceso codiseñado y tutelado por la comunidad científica.
Los seleccionados cuentan con un sólido bagaje académico en diversas disciplinas académicas (ciencias sociales, economía, derecho, bioquímica, ingeniería, ciencias del comportamiento y matemáticas) y, en muchos casos, una dilatada experiencia en labores de asesoramiento.
La mayoría (90,9 %) ha asesorado a administraciones en España y más de la mitad a organismos internacionales.
Hay 12 mujeres y 10 hombres, con una media de edad de 47 años (la mitad tiene entre 35 y 45 años, y 9 superan los 50).
En términos profesionales, 5 son catedráticos de universidad; 8 profesores titulares o científicos titulares de organismos públicos de investigación o equivalentes; 5 contratados laborales en universidades o centros de investigación; 2 son asesores científicos en la Comisión Europea y 2 en organismos nacionales.
8 proceden de Madrid, 7 de Andalucía, 3 de la Comunidad Valenciana, 2 de Cataluña, y 1 de Aragón y de Galicia.
Sus perfiles combinan tres componentes: sólida trayectoria académica; habilidades para el asesoramiento científico; y adecuación a las necesidades específicas de cada ministerio.
Los asesores han sido elegidos en un proceso "transparente y objetivo" basado en méritos, que ha sido codiseñado y coimplementado por la comunidad científica, representada por más de 100 profesionales.
La elección se ha realizado por medio de una llamada de expresión de interés (un gran número optó por más de un ministerio). El departamento que más candidaturas ha recibido ha sido el de Ciencia, Innovación y Universidades (1.076) y el que menos Hacienda (56).
La creación de esta figura forma parte de una batería de medidas para crear nuevos vínculos y espacios de colaboración entre el Gobierno y las universidades y centros de investigación.
La idea es que cuando los miembros del Gobierno tomen decisiones, además de un informe que diga si la decisión se ajusta o no a la ley o a la capacidad económica, haya un papel que avale su evidencia científica -se estudia la posibilidad de que parte de estos informes científicos se hagan públicos-.
No se trata de "un sabio susurrando" al ministro o a la ministra lo que hay que hacer sino de un perfil formado en ciencia, un "conector honesto" que sabe buscar a los especialistas adecuados para tratar de contestar a cada una de las preguntas y que conoce cuál es la literatura científica más solvente.
Y lo hace exponiendo el consenso, pero también el disenso si lo hubiera, explican fuentes de la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC) de la Moncloa, creada el pasado febrero y que capitanea estas medidas.
Otra de las acciones que se preparan son estancias de 6/8 meses de investigadores en los ministerios o en organismos dependientes de estos para trabajar en retos concretos, además de una unidad de asesoramiento científico que estará ubicada en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Además, la ONAC está participando en el diseño de protocolos para el asesoramiento científico en diferentes situaciones, incluidas crisis y emergencias.
Fuentes de la oficina resumen que la filosofía de estas iniciativas, que también pretenden adelantarse a los próximos retos, es "impregnar" toda la administración general del Estado de ciencia y hacerlo sin politizar, para que se institucionalice y sea estable en el tiempo, con independencia de quien gobierne. EFE
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