Vigo, 2 dic (EFECOM).- La dimisión del director ejecutivo de la multinacional Stellantis Carlos Tavares ha sido acogida este lunes con sorpresa en la planta automovilística de Vigo, considerada como una de sus factorías más rentables, pero también con satisfacción y con cierta cautela por los trabajadores.
"Los ajustes que hizo Tavares inicialmente hicieron que la empresa mejorara, pero hace tiempo que no tiene explicación esa búsqueda tan grande de beneficios, todo al milímetro, tan ajustado, que, al final, los que más lo sufrían eran los trabajadores”, ha dicho a EFE el delegado de UGT en la factoría de Vigo, Aser Sánz.
"No creo que fuese necesaria esa fórmula que él usaba y esperemos que el próximo -directivo- que venga lleve una línea en ahorro de costes por otro lado, no siempre apretando a la clase trabajadora", ha añadido.
También ha coincidido con esa visión un representante de CCOO, Santiago García, que ha observado, "en principio, un sentimiento de satisfacción porque los recortes de Tavares hicieron mucho daño".
Para García, "en una reflexión más calmada, hay que tener en cuenta que esta sustitución tan abrupta puede tener consecuencias para la adjudicación de los coches" en las diferentes factorías del grupo.
Los representantes sindicales están preocupados por que la carga de trabajo de la factoría de Vigo se resienta, por lo que CCOO ha advertido de que vigilará el cumplimiento de los acuerdos adquiridos por Tavares.
"Tenemos que esperar. La esperanza es que el grupo mantenga los compromisos que tiene con Vigo y estaremos muy atentos para que así sea", ha afirmado García.
Por su parte, el sindicato CUT ha opinado que, aunque el periodo de Tavares no fue bueno para los trabajadores, las políticas del nuevo director ejecutivo pueden ser todavía peores.
Un representante de CUT, Víctor Mariño, sin representación en el comité de empresa, se mantiene crítico con la dirección de la multinacional y ha opinado que la salida de Tavares ha sido "orquestada" y "veremos qué hay detrás de todo esto".
Tavares no quería ganarse la etiqueta de ser el director ejecutivo que "cierra plantas" y espera que su sustituto "lo haga con ese perfil de coger la tijera y empezar a cortar todavía más", ha advertido Mariño.
Por su parte, Aser Sanz ha opinado que el sustituto de Tavares "difícilmente va a ser peor", pero "nunca se sabe". EFECOM
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