Tokio, 2 dic (EFECOM).- La multinacional nipona Fast Retailing, matriz de la cadena de tiendas de ropa Uniqlo, cedió este lunes un 1,33 % en la Bolsa de Tokio a raíz de las llamadas a su boicot en China después de que el máximo responsable de la firma negara que esta utilice algodón de la región china de Xinjiang.
"No se utiliza (algodón de Xinjiang en los productos de Uniqlo)", dijo la pasada semana durante una entrevista con la BBC Tadashi Yanai, director general de Fast Retailing, que llegó a caer durante las negociaciones hoy en Tokio un 4,5 %.
Los comentarios de Yanai derivaron en un aluvión de críticas hacia Uniqlo en China, principalmente en la red social Weibo -el X chino-, donde usuarios prometían dejar de comprar sus artículos, boicot al que ya sometieron anteriormente a otras firmas mundialmente conocidas como Burberry, H&M o Nike, que decidieron retirar productos hechos con algodón de Xinjiang.
Según denunciaron ante la ONU Estados Unidos y otros socios, el mencionado material se cultiva y recolecta mediante el trabajo forzoso de personas de la minoría musulmana uigur por parte de las autoridades chinas, aunque Pekín niega estas prácticas.
Aunque Yanai se abstuvo de especificar el origen concreto del algodón utilizado en los productos de Uniqlo por ser un tema "demasiado político", es la primera vez que el máximo responsable de la firma manifiesta abiertamente que no obtiene algodón de Xinjiang.
Este lunes, fuentes de Fast Retailing dijeron a EFE que la compañía "no revela el origen de sus materias primas" y que "no ha habido cambios recientes en las operaciones de fabricación de Uniqlo".
China continental es un mercado clave para Uniqlo, que tiene allí el mayor número de tiendas, 926 -139 más que en Japón- , y donde viene cerrando establecimientos pequeños o en ubicaciones menos favorables y sustituyéndolos por otros más grandes y en enclaves estratégicos.
Los ingresos procedentes de China, Taiwán y Hong Kong representaron para Fast Retailing el 22 % del total en su pasado ejercicio fiscal, según recogió el periódico económico nipón Nikkei.
En noviembre, Estados Unidos restringió la importación de productos de 29 compañías chinas, entre ellas distribuidoras de productos agrícolas y electrodomésticos, a las que acusa de explotación laboral en la región de Xinjiang, según informó el Departamento de Seguridad Nacional.
La primera economía mundial y otros socios denunciaron en 2021 ante la ONU abusos del Gobierno chino contra los uigures y otras minorías en Xinjiang, acusaciones que Pekín negó y calificó de pretexto para tratar de hacerle daño.
En 2022, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, dirigida en ese momento por la chilena Michelle Bachelet, emitió un informe, repudiado por China, sobre los derechos humanos en el país, centrado en informaciones documentadas sobre violaciones contra los uigures. EFECOM