Por Mercedes Salas
Madrid, 2 dic (EFECOM).- El estreno de la nueva Comisión Europea (CE), esta semana, llega con prioridades agroalimentarias como el presupuesto, el rumbo de la Política Agraria Común (PAC) o la reforma pesquera, ante una gran expectación del sector primario, aún revuelto, como prueban las protestas contra Mercosur.
La llegada del nuevo equipo del Ejecutivo de la Unión Europea (UE) es para los productores una oportunidad, porque tienen esperanzas en un cambio de dirección de las políticas, tras las sonadas movilizaciones del pasado invierno que repercutieron en las urnas.
A los hitos cíclicos, como la PAC o el marco financiero, se unen las promesas de la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, de escuchar más al campo, la complicada situación internacional y la posición frente al cambio climático, con unas instituciones con difíciles equilibrios por la composición política.
El luxemburgués Christophe Hansen es el comisario europeo de Agricultura y Alimentación y el chipriota Costas Kadis ejercerá como comisario de Pesca y de Océanos.
De entrada, el acuerdo entre la UE y Mercosur, contra el que están protestando los agricultores franceses y sus Gobiernos, se considera uno de los principales asuntos espinosos con los que empieza a andar la legislatura.
Estas serán las prioridades agroalimentarias:
La CE presentará en sus cien primeros días de mandato, en torno a febrero de 2025, un informe con su visión sobre el campo el la alimentación, que se basará en el llamado "Diálogo Estratégico sobre el futuro de la agricultura", con el que se ha querido escenificar un mayor acercamiento a los productores.
Hasta el verano de 2025 no se esperan propuestas firmes de la CE.
Los agricultores y los pescadores reivindican que el Ejecutivo comunitario frene el ritmo de la pasada legislatura en cuanto a exigencias ambientales, en el marco del Pacto Verde, y tenga más en cuenta el factor económico y social de esta actividad.
De momento, la UE ha retrasado un año la aplicación de la ley de deforestación.
Aún no han pasado dos años de la entrada en vigor de la actual PAC, pero la nueva CE deberá acometer su revisión; irá en paralelo a las discusiones del marco financiero de la UE para 2028-2024, que empezarán el verano que viene.
El informe de expertos en el marco del Diálogo Estratégico ya apuntaba la idea de redirigir las ayudas hacia quienes más las necesitan, idea que levantará controversia. y de aumentar la coherencia entre las políticas ambientales y comerciales.
Entre tanto, el cambio climático continúa y, como trágico ejemplo, la dana en España ha puesto de manifiesto su alcance; el comité de organizaciones agrarias comunitarias (Copa) ha pedido un "tercer pilar" de la PAC que proteja a las producciones frente a los desastres naturales.
La nueva CE favorece en la flota la esperanza en una reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), para adaptarla a los problemas sociales, simplificar su cumplimiento y respaldar a la industria comunitaria frente a la competencia de países como China.
El primer Consejo de Ministros de Pesca de la UE con el nuevo comisario será el tradicional de diciembre, de la próxima semana, para negociar las cuotas y las posibilidades pesqueras para 2025.
La CE comienza a trabajar con Francia levantada en contra del acuerdo comercial con Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), un bloque con importantes líderes en el comercio agrícola.
Además, los acuerdos con Marruecos están anulados por la justicia comunitaria -aunque el agrícola sigue en vigor-; Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca con sus amenazas de aranceles y en 2025 está prevista la primera revisión del acuerdo de divorcio con el Reino Unido tras el Brexit.
Y Ucrania sigue en guerra, aunque mantiene su exportación agrícola, con el horizonte de las conversaciones para su adhesión a la familia de la UE. EFECOM