Álvaro Vega
Córdoba, 2 dic (EFE).- La faceta menos difundida del pintor Julio Romero de Torres, la de "insigne trabajador y eminente obrero del arte", como le llamaban los obreros cordobeses, se muestra desde este lunes en una exposición que ensalza su compromiso social y el reconocimiento de la clase trabajadora a su figura.
'Julio Romero de Torres. Insigne trabajador, eminente obrero del arte' es una iniciativa de Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía (FUDEPA), que exhibe en la Biblioteca Central Antonio Gala, en Córdoba, "el compromiso social que Julio Romero tenía con la clase trabajadora de la ciudad de Córdoba, una faceta algo más desconocida que la pictórica, que es mundialmente internacionalmente conocida".
Pepa Castillejo es la gerente de FUDEPA, la organización que se encarga de gestionar desde Córdoba el Archivo Histórico de la UGT en Andalucía. En una entrevista con EFE, durante el montaje de la exposición, ha destacado que "esa tradición ya le viene a Julio de su propia familia".
Su padre, Rafael Romero Barros, fundó la Asociación Obrera Cordobesa 'La caridad sin límites', donde "se enseñaba a leer y escribir y se educaban a niños de familias muy humildes".
La vinculación de Julio Romero de Torres con el movimiento obrero y su compromiso con la causa social tiene dos vertientes, según se muestra en la exposición, que se mantendrá abierta hasta el 10 de enero y que cuenta con la colaboración de la Diputación de Córdoba y la Universidad de Córdoba, además del Archivo Municipal y el Archivo Histórico Provincial, que custodian parte de los fondos que se reproducen en los paneles que la forman.
El título de la propia iniciativa se recoge de unos de los documentos que se exhibe, el llamamiento que la Comisión de Régimen Interior de la Casa del Pueblo hace a "todos los obreros cordobeses" a que acudan al entierro del "insigne, trabajador, eminente obrero del arte, gloria de Córdoba".
En el panfleto, fechado el 12 de mayo de 1930, día del sepelio, se anima a que los trabajadores, a los que "no les sea posible abandonar sus tareas con tiempo", acudan a la despedida "con el honroso uniforme de productor", es decir, vestidos con sus prendas de trabajo.
La otra faceta que se destaca en la exposición sobre la parte menos difundida de Julio Romero son sus obras que tienen un alto contenido social, algo que también expresa en su pintura con uno de sus hermanos, Rafael, en el cuadro 'El albañil herido' o 'Últimos sacramentos' (1890), que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, donde se pone de manifiesto el duelo por un trabajador muerto en accidente laboral.
En el caso de Julio Romero se destacan tres. 'Conciencia tranquila' (1897), que está en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y que representa la detención de un trabajador y el registro de su casa en presencia de su familia. En 'Horas de angustia' (1904) se ve el dolor de una madre ante la enfermedad de su hijo. Este está en su museo de Córdoba. 'Vividoras del amor' (1906) expone la realidad de la prostitución y que hoy pertenece a la exposición permanente de la Casa de Colón, en Las Palmas de Gran Canaria.
En estas pinturas, ha dicho Pepa Castillejo, se "refleja esa conciencia social, ese compromiso que tenía con la clase trabajadora y las clases más desfavorecidas". EFE