Valencia, 2 dic (EFE).- Ingenieros, arquitectos y economistas de las distintas universidades de la ciudad de Valencia dudaron este lunes de la viabilidad tanto técnica como económica del proyecto del Nou Mestalla y lanzaron una alternativa que pasaría por quedarse en Mestalla con una reforma que "modernizara" el antiguo estadio por una cantidad superior a los cien millones de euros, "un tercio de lo que se invertirá en el nuevo estadio".
"Mestalla se podría reformar por etapas, porque tiene tres anillos y cuenta con doce o trece niveles independientes los unos de los otros", aseguró Ernesto Colomer, uno de los ingenieros de un acto en el que el representante de Últimes vesprades a Mestalla, Pepe González, aseguró que quedarse en Mestalla "no es sólo una opción emocional, sino también la opción productiva y responsable".
Por ello, reclamó que la sociedad valenciana realice "una reflexión del camino que se quiere dar, con el debate y las reflexiones correspondientes", teniendo en cuenta que "los motivos del cambio se han verificado como irreales o mentiras", además de que esta renovación "se podría hacer por etapas y graduar el coste por tramos".
En un acto en el que también estaban el portavoz socialista del Ayuntamiento, Borja Sanjuán, y la portavoz de Compromís, Papi Robles, Colomer, doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y profesor de la UPV, señaló que el viejo Mestalla "tiene ya lista una superficie comercial de 10.000 metros cuadrados ejecutada ya".
"Se puede tabicar y construir para ser una zona de ocio, porque sería factible incluso aprovechar su estructura interna para aprovechar más espacio aún", señaló Colomer, que recalcó que "esta zona podría ser una zona que diera servicios y 'pacificarse' con los vecinos (ya que los vecinos, en su día, denunciaron la última reforma de Mestalla y consiguieron una sentencia por la que el Valencia debía derruir el tercer anillo)".
Así, dijo que esta reforma no contemplaría una pérdida de espectadores y que tendría un coste aproximado de "cien y poco millones de euros", mientras que el nuevo Mestalla tendrá un coste "de doscientos, pero que serán casi trescientos por los daños estructurales".
"No contemplamos la reforma para diez años, sino para más de cincuenta. No es un problema de para cuánto tiempo sería la reforma sino el cómo", anunció Colomer, que aseveró que los anillos de Mestalla "son independientes por lo que se podría reformar Mestalla por etapas y graduar qué se puede asumir y qué no".
Dudas sobre la viabilidad económica del Nou Mestalla
Jorge Milla, profesor de Derecho Financiero y Tributario por la Universitat de València, insistió en que en más de veinte años como profesor y también como empresario, "nunca" vio "una diferencia tan grande entre lo que le prestan, unos 446 millones de euros, y lo que pone la empresa", que serían unos 80 millones de euros recibidos en su día del fondo CVC.
Para Milla, "aún con un incremento del diez por ciento de los ingresos" por ingresos comerciales, aun así se llegaría a la temporada 2032-33, última campaña para devolver el último de los préstamos, "con un fondo de maniobra negativo, es decir, una deuda de 169 millones de euros".
"La única manera de mejorar es a través de retransmisiones y competiciones", resaltó Milla, que indicó que no es viable económicamente devolver los tres préstamos en ocho temporadas si no hay una mejora deportiva.
"Carencias estructurales"
Por su parte, Rafa Rueda, miembro del Consejo Asesor del Máster Universitario en Ingeniería del Hormigón de la UPV y del Patronato del Instituto Valenciano de la Edificación, explicó que el proyecto de Ejecución del nuevo Mestalla cuenta con “numerosas deficiencias”, aunque sólo se fijó en el de estructura de hormigón, su área de estudio.
Aun así, en este proyecto se esgrime que es "una edición preliminar, algo completamente inadmisible" en un proyecto de Ejecución: "Se ha presentado deprisa y corriendo cuando la obra llevaba quince años paralizada y si fuera una obra pública, sería suficiente para rechazar el proyecto de pleno", subrayó Rueda.
"El proyecto presenta dos soluciones distintas para la cubierta y especifica una vida útil de cincuenta años, algo inadmisible y por tanto se debería recalcular toda la cubierta", pero más allá de eso "todos los archivos de cálculo están fechados entre marzo y junio de 2020 conforme a una normativa anterior, lo que muestra que no se ha recalculado la estructura". EFE
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