Vigo, 2 dic (EFE).- Veintisiete goles encajados en 15 partidos, 18 de ellos en los siete duelos ligueros disputados lejos de Balaídos, es el preocupante registro del Celta de Claudio Giráldez, incapaz hasta el momento de encontrar un antídoto para esa fragilidad defensiva que está exhibiendo su equipo.
El diagnóstico es claro. Ya lo advirtió Giráldez tras la derrota contra el Atlético Osasuna (3-2), el pasado 1 de septiembre. “Defendiendo así es imposible competir un partido en Primera”, dijo tras el encuentro en El Sadar. Desde entonces, el Celta ha disputado doce partidos y en todos ellos ha encajado gol salvo en las victorias por la mínima ante Las Palmas y Getafe.
Especialmente preocupantes son los números a domicilio. El equipo celeste encaja una media de 2,5 goles por partido lejos de Balaídos, tras recibir cuatro en Villarreal, tres en El Sadar, San Mamés, Butarque y Cornellá y dos en el estadio del Betis.
En la liga española solo el colista Real Valladolid encaja más goles como visitante (20) que el Celta. Incluso en las grandes ligas solo hay otros dos equipos que reciben más goles. El colista de la Bundesliga, Bochum (20), y el Estrasburgo francés (19).
En la Premier League, el Leicester calca los números del equipo de Giráldez (27 goles, 18 a domicilio) pero con dos partidos menos disputados (13). EFE
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