Zaragoza, 29 nov (EFE).- El Casademont Zaragoza afronta el partido de este sábado contra el Surne Bilbao Basket con el objetivo de lograr una victoria que le permita soñar con alcanzar la zona de los ocho primeros clasificados o, al menos, seguir teniendo opciones de luchar por ella.
En décima posición, pero a un triunfo del octavo puesto, el conjunto 'rojillo' quiere refrendar la fortaleza que está mostrando en su pista, donde cuenta los partidos por victorias, para sacar adelante el enfrentamiento contra el conjunto vasco que es un directo rival por ese mismo objetivo ya que cuenta con solo una victoria menos que el Casademont Zaragoza.
El triunfo supondría un refrendo moral porque pasaría de estar mirando hacia abajo en la clasificación a hacerlo hacia arriba, algo que no ocurre desde hace bastantes temporadas en las que le ha tocado sufrir para mantener la categoría.
En su pista, el equipo aragonés se impuso tras prórroga al Hiopos Lleida y al Joventut y posteriormente al Río Breogán y al Baskonia y quiere mantener esa dinámica que le hace sentirse fuerte, a diferencia de lo que ocurre cuando juega como visitante en donde ha perdido los cuatro encuentros que ha disputado y además en tres casos (Real Madrid, Leyma Coruña y Valencia) con marcadores que superaron los cien puntos.
Es una especia de doctor Jekyll y mister Hyde que su técnico, Porfirio Fisac, espera que en adelante solo sea el primero de ellos para acabar con la mala dinámica fuera.
El equipo zaragozano afronta el encuentro ante los bilbaínos con la moral en estado alto tras haber derrotado en la anterior jornada al Baskonia, uno de los equipos más potentes de la ACB aunque no está rindiendo al nivel que de él se espera, y también porque varios de los componentes de la plantilla han tenido una actuación destacada en la ventana FIBA que se ha disputado recientemente.
Tanto Trae Bell-Haynes como Yoanki Mencía, Bojan Dubljevic, Joaquín Rodríguez, Marco Spissu y Santi Yusta han sido jugadores decisivos en los compromisos de sus respectivas selecciones nacionales, lo que hace ser optimistas para el rendimiento del equipo este sábado.
El talante ofensivo del equipo de Porfirio Fisac se muestra en que es el segundo máximo anotador de la competición, tras el Valencia, con una media de 91,38 puntos pero, por contra, es el que más encaja con 91,75 y ahí es donde el técnico segoviano intenta hacer hincapié para evitar marcadores tan abultados como los que ha recibido, normalmente fuera de casa.
Para este encuentro será duda el base internacional italiano Marco Spissu por unas molestias en una rodilla. Se le ha realizado pruebas médicas que no han evidenciado ninguna lesión pero no ha podido entrenarse y se esperará hasta el último momento para intentar contar con él.
La nota emotiva la pondrá el regreso del pívot islandés Tryggvi Hlinason al pabellón zaragozano en donde jugó cuatro temporadas, así como de Tomasz Gielo y del técnico Jaume Ponsarnau, también ex del conjunto aragonés.
El partido, correspondiente a la novena jornada de Liga, se disputa este sábado, a partir de las 20.45 horas, en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza con arbitraje de los colegiados Óscar Perea, Javier Torres y Fabio Fernández.EFE