Madrid, 29 nov (EFECOM).- El sector ganadero español se ha unido para pedir la prórroga de dos años de la vida útil en las plantas de tratamiento de purines, ya que, de no lograrse, podrían cerrar más de 22 instalaciones en un momento en el que la solución, según ha revelado el sector, pasa por la colaboración con las plantas de biometano.
Se trata de una de las principales conclusiones expuestas este viernes en Madrid en una jornada organizada por la Asociación para el Desimpacto Ambiental de Purines (ADAP) en la que han presentado un estudio sobre el nuevo modelo de instalación tipo de purines.
El sector ganadero en conjunto ha enviado un escrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para lograr esta prórroga de dos años.
La petición ha sido promovida por ADAP y las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, la Asociación Nacional Productores de Ganado Porcino, la Interprofesional del Porcino de capa blanca (Interporc) y Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Según ha advertido ADAP, de no alcanzarse la prórroga que se encuentra en tramitación parlamentaria, las plantas de cogeneración Desimpacto de Purines Alcarrás y Desimpacto de Purines Voltregá cerrarán el próximo 31 de diciembre.
Para el presidente de la asociación, Josep Capdevila, el consenso conseguido entre el sector es "muy importante" pues los efectos de no alcanzar la prórroga van a ser "inmediatos" y, aparte de los propios cierres, tendrán un impacto en la reducción de cabaña y la continuidad de "muchas explotaciones familiares".
Según los datos expuestos en el encuentro, el fin de la vida útil regulatoria supondrá el cierre de las 24 plantas existentes y con ello la reducción de la capacidad de tratamiento de purines será un 62 % inferior en 2030.
Esta situación afectará especialmente a zonas con alta producción como Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Murcia.
En la última década, la cabaña porcina española ha aumentado más de un 30 %, congregando más del 52 % en Aragón y Cataluña, en un contexto en el que en el resto de Europa la tendencia ha sido decreciente.
El crecimiento en el caso nacional se debe a un "boom" en las exportaciones que ha permitido ampliar la internacionalización del sector, con mayor cuota en el mercado europeo y exterior, ha asegurado el portavoz de energía de PwC España, Alberto Martín.
En este contexto, y con la amenaza de los cierres, el sector ha puesto el foco en la colaboración de las plantas de tratamientos de purines con las de biometano.
Con ello, se optimizaría el modelo retributivo, además, las plantas de biometano resolverían el problema con el tratamiento de los nitratos, ha señalado el estudio.
De esta forma, la prórroga de la vida útil de las plantas ayudaría a facilitar la transición hacia modelos más sostenibles en el proceso de desnitrificación de purines.
Para el sector, las plantas de tratamiento de purines suponen una solución "integral" a los problemas ambientales y sociales de las zonas vulnerables y eliminan la contaminación del suelo y el agua. EFECOM