La Junta Docente cántabra sale de su encierro por mejorar salarios y no descarta la huelga

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Santander, 28 nov (EFE).- Los representantes sindicales y de la Junta de Personal Docente de la enseñanza pública no universitaria de Cantabria que se habían encerrado como protesta en la sede del Ejecutivo regional para reclamar que se negocie y se responda a su demanda para la adecuación retributiva del profesorado han abandonado ese encierro, pero continuarán con protestas y no descartan paros y huelga.

"Abandonamos este encierro para unirnos al encierro que están llevando a cabo nuestros compañeros en los centros educativos", han dicho los miembros de la Junta a la salida del Gobierno cántabro, donde han explicado que el próximo 3 de diciembre es cuando prevén el encierro en los centros educativos.

El pasado día 19 de noviembre, tras una reunión con el consejero cántabro de Educación, Sergio Silva (PP), para abordar esa adecuación retributiva, miembros de la Junta de Personal, que integran los sindicatos STEC, Anpe, CCOO, TU y UGT, decidieron encerrarse en la sede del Gobierno.

Según aseguró el órgano, una de las razones fue que el consejero no presentó ninguna contrapropuesta a la petición que se le hizo, y tampoco se comprometió a trasladar nada antes de finalizar la tramitación del proyecto de presupuestos regionales para 2025.

De hecho, el grupo popular en el Parlamento, que es el mayoritario, no ha registrado ninguna enmienda para esa adecuación retributiva, y el plazo finalizaba hoy.

Los nueve miembros de la Junta de Personal Docente que han abandonado el encierro tras diez días han leído un manifiesto en el que han destacado la "movilización histórica" y el apoyo a sus demandas de adecuación salarial "tras 16 años esperando".

Y, tras estos días de encierro, según han afirmado, "en un cuarto sin ventanas y bajo llave hasta que los medios se hicieron eco" de su situación, también han advertido de que no descartan "ningún método", incluidos paros o huelga, "en esta lucha contra un Gobierno que se ha mostrado irrespetuoso, intransigente, autoritario y manipulador".

"Han llegado a negarnos la entrada de comida, de muda, de asistencia médica... y a pedir nuestro desalojo por la fuerza", se han quejado antes de explicar que su objetivo con este encierro era "que dejaran de reírse de los docentes" y que el Ejecutivo "se dignara a formular una propuesta".

Mientras los sindicalistas leían el manifiesto, personas que se han concentrado en Peña Herbosa -unas 300, según la Policía- coreaban a gritos "¡huelga, huelga!".

"Haremos todas las medidas que sean necesarias para alcanzar nuestras peticiones", han concluido, antes de añadir que "muchos creen que esto ha concluido, pero no ha hecho más que empezar".

EFE

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ksm/ppc/jdm

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