Madrid, 28 nov (EFE).- La fiscal ha mantenido en un juicio celebrado en la Audiencia Nacional su petición de 10 años de prisión para el ciudadano marroquí Karim B., por "sembrar semillas" para reclutar a niños al yihadismo durante sus clases de Corán en un local del distrito madrileño de Villaverde, donde había sido imán en una mezquita.
Durante su informe en la sesión de este jueves la fiscal ha asegurado que el acusado fue cesado como imán por su radicalidad de las mezquitas de Madridejos y Mora en la provincia de Toledo y en la de Villaverde en Madrid y que tras salir de esta última alquiló un local en el que durante dos años dio clases a 120 alumnos de entre 8 y 16 años en las que incurrió en un delito de adoctrinamiento terrorista a menores.
Ha comentado que el acusado, detenido el 29 de noviembre de 2023, tuvo contactos con personas investigadas por terrorismo, entre ellos un condenado por los atentados del 11-M en Madrid.
La representante del Ministerio Público ha destacado que el acusado inculcó ideas terroristas a "unas personas manipulables porque su personalidad no estaba formada" a través de la denominada "yihad de la palabra, una de las estrategias más importantes de Dáesh".
Y ha añadido que "instrumentalizaba a los menores infundiéndoles miedo y rechazo a la cultura occidental" de tal forma que "sembró una semilla" por la que alguno de ellos podía radicalizarse en el futuro y les trasladaba "un ideario fanático y de odio hacia los judíos", según se desprende de los audios con las grabaciones de sus clases realizadas por la Guardia Civil durante la investigación.
De forma subsidiaria la fiscal ha solicitado que el acusado sea condenado a cinco años de prisión si la Sala entiende que cometió un delito de adoctrinamiento pasivo y alternativamente que se aprecie enaltecimiento del terrorismo.
La fiscal ha recordado que en su teléfono móvil y en su ordenador fueron encontradas imágenes con contenidos yihadistas como un vídeo en el que aparecen unos niños con las banderas de Palestina y Egipto simulando la ejecución de otro con la de Israel.
Por su parte el abogado del acusado ha pedido su absolución al estimar que su representado se limitó a "dar clases de árabe a unos niños para que adquirieran conocimientos del libro rector de la religión de sus familias y ya está, no hay más, lo que es irrelevante penalmente", y ha estimado que no se han probado las acusaciones.
En su turno de última palabra Karim B. ha insistido en que su ideología es "antiterrorista" y que incluso llegó a advertir a quienes le escuchaban que "aquellos que entienden el salafismo como terrorismo son gentuza".
Y ha recordado que lleva residiendo en España desde que entró en 2002, cuando comenzó a trabajar como electricista en el Metro de Madrid, que cuando llegó la crisis "para buscar pan" para sus hijos comenzó su actividad como imán en mezquitas de varias provincias de España, que lleva un año en prisión "de forma injusta" y que este procedimiento le está haciendo mucho daño a su familia. EFE