Noruega quiere despedirse de Hergeirsson con un nuevo título continental

Madrid, 27 nov (EFE).- La selección noruega femenina de balonmano quiere despedirse como se merece del legendario Thorir Hergeirsson, el técnico islandés que ha conducido a las nórdicas a la conquista de dos títulos olímpicos, tres mundiales y cinco continentales, y sumar una medalla de oro en el Europeo que arrancará este jueves en Austria, Hungría y Suiza.

Un objetivo en el que sólo parece capaz de hacer fracasar al conjunto noruego, el equipo más laureado de la competición con nueve entorchados, la selección francesa, la vigente campeona mundial, que tratará de tomarse la revancha de la clara derrota (29-21) encajada ante las de Hergeirsson en la final de los Juegos Olímpicos de París.

Resultado en el que jugaron un papel fundamental la central Stine Oftedal, que no estará en el Europeo tras poner fin a su carrera deportiva a la conclusión de la cita olímpica, y la lateral Nora Mork, que tampoco participará en el torneo tras anunciar su embarazo a finales del pasado mes de octubre.

Ausencias que mermarían a cualquier equipo, pero no a la todopoderosa Noruega que sigue contando con una interminable constelación de estrellas, entre las que destaca la central Henny Reistad, elegida mejor jugadora del último Europeo y del último Mundial.

Si Reistad, de 25 años, será la encargada de liderar el ataque noruego, la defensa estará comandada por la veterana portera Katrine Lunde, que a sus 44 años buscará su séptima corona continental, más que ningún jugador hombre o mujer.

Dos oros menos de los que suma el preparador Thorir Hergeirsson, que pondrá fin tras el Europeo a quince años al frente del banquillo de la selección noruega, con la que el islandés ha conquistado un total de quince medallas -10 oros, 2 platas y 3 bronces- en grandes torneos internacionales.

Pero si Heirgersson, de 60 años, será sustituido el 1 de enero de 2025 por el noruego Ole Gustav Gjekstad, entrenador del Odense danés, el relevo ya se ha producido en el conjunto francés, en el que Sebastien Gardillou reemplazó al mítico Olivier Krumbholz el pasado mes de septiembre.

En su estreno al frente del conjunto galo, Gardillou, que ejerció como ayudante de Krumbholz durante los últimos ocho años, ha apostado por la continuidad como confirma la presencia en el Europeo de quince de las diecisiete jugadoras que se colgaron la plata olímpica el pasado mes de agosto.

Un experimentado grupo en el volverán a jugar un papel fundamental la portera Laura Glauser, la pivote Pauletta Foppa y la lateral Estelle Nze Minko, que tratará de resarcirse de su gris actuación en la final olímpica en la que no fue capaz de anotar ni un solo gol.

En espera de un fallo de noruegas y francesas aguardarán los equipos de Dinamarca y Suecia, que confían en poder romper la barrera de las semifinales tras tener que 'conformarse' con pelear por la medalla de bronce, que cayó del lado danés, tanto en el último Mundial como en los Juegos Olímpicos de París.

Un podio que las danesas tratarán de volver a pisar sin el concurso de la portera Sandra Toft, pieza fundamental en los últimos años y a la que el seleccionador Jesper Jensen dejó fuera de la lista por decisión técnica.

Por contra, Dinamarca sí podrá contar finalmente para la cita continental con otra de sus grandes estrellas, la lateral Kristina Jorgensen, que parece recuperada de los problemas físicos que habían puesto en duda su presencia hasta el último momento.

Más tranquilas han sido las semanas previas en la selección sueca, que volverá a confiar en la columna vertebral que conforman la portera Johanna Bundsen, la pivote Linn Blohm y la lateral Jasmina Roberts para colgarse, por fin, la ansiada medalla.

Un escalón por debajo de danesas y suecas figuran equipos como los Países Bajos, Alemania y, sobre todo, Hungría que con el apoyo de su público confía en dar el salto de calidad que anticipan sus éxitos en las categorías inferiores para volver a pelear por un podio que se le resiste desde el año 2012, cuando las magiares lograron el bronce en el Europeo de Serbia. EFE