Palma, 27 nov (EFE).- La defensa de dos acusados de asesinar a un turista alemán que hace dos años fue arrollado por un coche en la autopista de Llucmajor a Palma, en Mallorca, tras caer desde una furgoneta en marcha, ha alegado que la víctima se tiró del vehículo debido a su estado de embriaguez.
La Audiencia de Palma ha comenzado este miércoles el juicio con jurado contra los dos acusados de meter al joven de 20 años en una furgoneta y arrojarlo a la autovía MA-19, donde fue atropellado por un turismo que no pudo esquivarlo.
La Fiscalía solicita 25 años de prisión para cada uno de ellos por un delito de asesinato, así como el pago de indemnizaciones por 172.800 euros para los padres de la víctima y de 24.700 euros para la hermana del fallecido.
Los dos acusados, como ha relatado la fiscal al inicio de la sesión, subieron al joven a la furgoneta cuando estaba andando en estado ebrio por la zona de ocio de Playa de Palma, y poco tiempo después lo arrojaron a la autopista con el vehículo en marcha.
“No podía defenderse; sabían perfectamente que era una autovía con mucho tráfico y que tirarlo suponía su muerte”, ha expuesto la fiscal a los miembros del jurado, a la vez que ha insistido en la intención dolosa de lo ocurrido la noche del 8 de octubre de 2022. “La familia sabía que la víctima estaba de vacaciones en Mallorca y ahora tiene un cadáver”, ha lamentado.
La abogada de la acusación en nombre de los familiares del fallecido ha mantenido que la muerte del turista no fue accidental y ha rechazado que los presuntos autores quisieran acompañar a la víctima a su hotel, ya que condujeron la furgoneta en dirección contraria al establecimiento.
Por su parte, la defensa de uno de los acusados de asesinato, que ha pedido la absolución de su cliente, ha defendido que la victima falleció debido al golpe que sufrió al ser arrollado por un coche. “Nadie le agredió y nadie le pegó”, ha afirmado.
En la misma línea se ha mostrado la abogada de otro de los acusados, quien ha rechazado que su cliente y el otro acusado raptaran al turista y lo empujaran del vehículo en marcha para acabar con su vida. La víctima, ha argumentado, abrió la puerta y se lanzó. "Vieron que se incorporaba y se fueron tranquilos a trabajar", ha apuntado.
Los investigadores de la Policía Nacional revisaron 100.000 matrículas de furgonetas para localizar el vehículo del que presuntamente fue arrojado el joven y cotejaron más de 10 millones de placas de vehículos, después de saber por dos testigos que lo ocurrido no fue consecuencia de un accidente de tráfico.
Un guardia civil que asumió las diligencias de lo que parecía un atropello en la MA-19 han señalado al jurado que el joven fue arrollado por un conductor que no pudo evitarlo en un punto de la vía con poca iluminación.
Otro de los agentes se ha referido en su declaración al relato manifestado por dos testigos. Aseguraron haber visto una furgoneta blanca circulando a poca velocidad por el arcén cuando se abrió la puerta lateral izquierda y vieron unos brazos arrojando un cuerpo. "Tuvieron la sensación de que el cuerpo estaba inerte", ha comentado sobre el relato de unos testigos.
El juicio por estos hechos continuará este jueves a partir de las 9.30 horas. EFE
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