Granada, 26 nov (EFE).- Un estudio ha detectado deficiencias nutricionales en las deportistas de invierno que entrenan de manera intensiva en Sierra Nevada, todas con carencias que afectan a su rendimiento y a su salud, y ha recalcado que las necesidades energéticas aumentan por el frío y la menor presión de oxígeno.
La investigación, desarrollada por el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) y la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con la de las Islas Baleares, Cetursa Sierra Nevada y la Federación Andaluza de Deportes de Invierno, ha analizado la alimentación de mujeres que entrenan en la estación.
El estudio ha revelado que las deportistas de invierno que se ejercitan en Sierra Nevada no cubren adecuadamente sus necesidades energéticas y nutricionales diarias, lo que podría afectar tanto a su salud como a su rendimiento deportivo.
Los resultados, que publica la revista científica Nutrients, responde al análisis del estado nutricional de 58 deportistas de invierno que se han estudiado atendiendo a su disciplina y a la altitud a la que entrenan y en las que se ha medido la ingesta energética, vitamínica y mineral.
El equipo de investigación ha recalcado que ninguna de las participantes alcanza el nivel de energía necesario para cubrir el gasto total que requieren sus entrenamientos intensivos, lo que las expone a riesgos de baja disponibilidad energética vinculados tanto a un menor rendimiento como a problemas de salud.
La investigación ha detectado carencias en vitaminas D y E tanto en las que entrenan en altitud, como las esquiadoras alpinas, como en las que no hacen a menor altura, como las jugadoras de hockey.
Además, todas registran también niveles bajos en minerales como flúor y yodo, esenciales para la salud ósea y el equilibrio hormonal.
"Las deportistas que entrenan en condiciones extremas de frío y altitud se enfrentan a desafíos nutricionales adicionales, ya que no sólo deben mantener una ingesta equilibrada que responda a sus demandas energéticas, sino también adaptarse a los efectos del entorno", ha apuntado el investigador principal del estudio, Miguel Mariscal-Arcas.
La investigación ha recalcado además que las necesidades energéticas aumentan en altitudes elevadas por el frío y la menor presión parcial de oxígeno, lo que puede llevar a un déficit de nutrientes clave, agravado por la intensidad de los entrenamientos.
Este hallazgo subraya la necesidad de desarrollar e implementar estrategias de nutrición personalizadas para las deportistas femeninas que practican deportes de invierno, que incluyan una adecuada ingesta de nutrientes esenciales. EFE
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