Madrid, 25 nov (EFE).- La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha advertido este lunes del riesgo de que la UE se divida sobre el apoyo a Ucrania, ya que unos gobiernos, como el español, lo quieren "claramente", mientras otros, como el húngaro, prefieren acabar la guerra "a cualquier precio", y supondría "ceder ante Putin".
Robles ha apuntado que "empieza a haber divisiones graves" en la Unión Europea al intervenir en un foro sobre seguridad y defensa organizado por el diario El País en el Museo Reina Sofía, en el que en su análisis geopolítico ha hecho hincapié en Ucrania y el Sahel.
"Frente a los que queremos apoyar claramente a Ucrania, hay otros que dicen que la guerra tiene que terminar a cualquier precio. Y ese precio, obviamente, es ceder ante Putin. Es algo que no podemos aceptar, pero no nos podemos olvidar que dentro de la Unión Europea, particularmente en países como Hungría, están por esa labor. Tenemos mucho que hacer", ha reflexionado.
Robles lo ha expuesto tras explicar que la semana pasada, en la reunión de ministros de defensa de la UE, comprobó que "empieza a haber divisiones graves".
Ha indicado que esas divisiones coinciden en un momento de "cambios muy importantes", como la formación de una nueva Comisión Europea, la renovación del liderazgo en la OTAN y la sucesión de gobierno de EEUU.
"Quiero abrir la puerta a la esperanza de que esa unidad de la Unión Europea va a continuar", ha añadido Robles, así como ha incidido en que el papel de España tiene que pasar por liderar en Europa la apuesta por la inversión en defensa, porque "invertir en defensa es invertir en paz y seguridad".
Ha hecho también un repaso a la situación en varios países de África, donde ha crecido la presencia de Rusia, China y el terrorismo yihadista, y ha lamentado en especial la retirada europea del Sahel, y además ha recordado la situación de las mujeres afganas, los rehenes israelíes, las víctimas en Gaza y Líbano y el trabajo de los militares españoles en Valencia tras la dana, con decenas de soldados heridos en estas cuatro semanas. EFE