Barcelona, 25 nov (EFECOM).- La consejera delegada del grupo Veolia, Estelle Brachlianoff, ha afirmado este lunes que no ve ningún motivo para vender una participación de la empresa de aguas Agbar, de la que posee el 100 %, ni para variar la estructura de control de Aguas de Barcelona.
Agbar participa en la compañía que gestiona el agua en la capital catalana y su entorno con un 70 %, mientras que un 15 % está en manos públicas a través del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y otro 15 % pertenece al "holding" inversor CriteriaCaixa.
Esa asociación "funciona estupendamente", ha subrayado Brachlianoff en un encuentro con periodistas. "No es que no tengamos ganas de comprar más cuota, es que no tendría sentido. Son socios importantes para gestionar todo el sistema", ha recalcado.
La consejera delegada ha "lamentado" la salida de Ángel Simón como presidente no ejecutivo de Aguas de Barcelona en junio, tras haber abandonado Agbar en enero, para centrarse en su papel de primer directivo en Criteria y le ha calificado de un "gran industrial".
Brachlianoff ha asegurado que en los últimos tiempos no ha habido "ninguna conversión o discusión en concreto" en dirección a modificar el accionariado de Aguas de Barcelona.
Veolia mantiene sus planes de expansión en España, donde prevé cerrar este año con ocho nuevas adquisiciones en el sector de la eficiencia energética y la bioenergía, por un total de unos 50 millones de euros.
El año pasado, alcanzó unos ingresos de 2.600 millones en el conjunto del país, frente a 40 millones en 2019, en sus tres ámbitos de actividad (agua, energía y renovables) y tiene más de 14.000 empleados.
El grupo ha invertido más de 360 millones en España entre 2022 y 2023, y cuenta con tres centros de innovación y desarrollo, y 14 centros digitales de gestión del agua, energía y residuos.
Según la compañía, el 75 % del territorio español está en riesgo de desertización y alerta de que España afronta especialmente los riesgos asociados al cambio climático.
En los dos últimos años, la compañía invirtió más de 270 millones en adaptación a ese escenario, lo que incluye la implementación de soluciones innovadoras par reutilizar aguas residuales y para asegurar la calidad del agua libre de contaminantes, así como en planes para la sequía.
En el caso concreto de Barcelona y su entorno, este año se habrán invertido cerca de 110 millones de euros, de los cuales unos 50 corresponden a una partida extraordinaria para hacer frente a la sequía.
El año próximo, cuando se espera que la tarifa del agua crezca un 6 % en la ciudad, se mantendrá, como mínimo, una partida similar diseñada para hacer frente a la escasez de agua. EFECOM