Madrid, 24 nov (EFE).- La Audiencia Nacional juzga este miércoles a un profesor que impartía el Corán acusado de aleccionar a menores de entre 8 y 16 años en el "yihadismo radical", dentro de la llamada "yihad de la palabra", una de las estrategias más significativas del Dáesh.
Unos hechos por los que la Fiscalía solicita que sea condenado a 10 años de cárcel por un delito de adoctrinamiento terrorista a menores, aunque subsidiariamente plantea una pena de cinco años por adoctrinamiento pasivo.
También reclama al tribunal que le inhabilite durante el tiempo de la condena para profesión u oficio educativos, deportivo y de tiempo libre, así como su expulsión del país cuando haya cumplido al menos dos tercios de su castigo.
En su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público vincula a este acusado, de nacionalidad marroquí, con otros condenados por terrorismo, como varios miembros de la autodenominada Brigada Al Ándalus, desarticulada en Madrid en julio de 2014 y que dirigía un expreso de Guantánamo, dedicada a labores de captación y adoctrinamiento de yihadistas.
También se le relaciona con otro hombre al que se vinculó con algún implicado en los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
Según la Fiscalía, sus hijos acudían a las clases de Corán que el acusado impartió desde el 25 de febrero de 2022 en un local de Madrid, llegando a tener un alumnado de entre 100 y 120 menores de edades comprendidas entre los 8 y los 16 años.
En el local donde impartía las clases se colocó un dispositivo de audio que sirvió, según el ministerio fiscal, para determinar que el acusado "adoctrinaba a los menores en ideas radicales islamistas dentro de la denominada yihad de la palabra, configurada como una de las estrategias más significativas del Dáesh" (acrónimo árabe que significa Estado Islámico en el Levante).
La Fiscalía incluye en su escrito de acusación varios de los audios que se registraron con dicho dispositivo, en los que el acusado "habla abiertamente de la yihad a sus alumnos como uno de los pilares del islam y como método de defensa de los musulmanes".
En dicho local y en el registro de su domicilio, las Fuerzas de Seguridad hallaron "diversos efectos acreditativos de la adscripción yihadista radical" del acusado, como imágenes de armas de fuego, conversaciones y vídeos.
Archivos a los que, según la Fiscalía, el acusado accedía "a sabiendas y con la finalidad de que era idóneo para el adoctrinamiento y alimentación de un fundamentalismo ideológico instrumentalizado a desarrollar comportamientos terroristas en el futuro". EFE