Eva Batalla
València, 23 nov (EFE).- Las inmobiliarias empiezan a recibir llamadas de afectados por la dana en busca de viviendas de alquiler, pero no de forma masiva, ya que la mayoría están realojados con familiares o en segundas viviendas, y la oferta de poblaciones turísticas es ya una posible alternativa temporal.
Se trata por ejemplo de municipios cercanos a la costa como la pedanía de El Perelló (Sueca), Cullera o Tavernes de la Valldigna, e incluso Gandia.
El portavoz del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi) de Valencia, Vicente Díez, explica a EFE que en la comarca de l'Horta Sud, considerada la "zona cero" de la dana que el 29 de octubre asoló parte de Valencia, la oferta de alquiler apenas se ha movido, entre 200 y 250 viviendas disponibles, ni tampoco los precios, que rondan los 800 euros.
"No se está produciendo un efecto llamada masivo de búsqueda de viviendas de alquiler", precisa Díez, ya que todavía es pronto y está por resolverse las necesidades y las ayudas que van a recibir los damnificados.
Las ayudas al alquiler aprobadas por la Generalitat para las personas afectadas alcanzan hasta los 800 euros mensuales, durante un año, pero no serán aplicables en caso de que la persona solicitante o alguno de los miembros de la unidad de convivencia sea titular de otra vivienda a su disposición situada a menos de 30 kilómetros de la afectada y que no haya sido afectada en su habitabilidad por el temporal.
"Si se gestionan bien esas ayudas, llegan y la gente las recibe, al final creemos que las personas que quieran optar por un alquiler tendrán que desplazarse porque va a ser complicado que encuentren en su población", añade Díez.
Apunta como posible alternativa temporal la zona de la costa, como la pedanía de El Perelló, cercana a l'Horta, o Cullera, Tavernes de la Valldigna e incluso Gandia, para los afectados en la comarca de la Ribera, con mucha residencias desocupadas en la temporada de invierno.
Díez indica que ya se ha dado algún caso de propietarios que han puesto a disposición de los afectados, de forma gratuita, viviendas que tienen cerradas y no están en alquiler; también propietarios de locales alquilados para negocios, que se han visto afectados, que están dando moratorias en el pago del alquiler como muestra de solidaridad.
La Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval) se puso de inmediato tras la dana a disposición de la Generalitat para ayudar a movilizar vivienda vacía, señala su presidenta, Nora García.
Por parte de agencias particulares "nos han llegado solicitudes de personas que residen en la zona cero y necesitaban una casa de alquiler porque lo ha perdido todo, o no puede acceder a su vivienda porque las calles están mal y van con carritos de bebé o tienen personas con sillas de ruedas", afirma.
"Pero no está siendo una avalancha. Pensábamos que iban a ser muchos más. La mayoría se están arreglando en casas de familiares, amigos o vecinos, aunque en muchos casos será provisional", augura.
Las propias inmobiliarias de la zona están afectadas. Doce de las quince empresas socias de Asicval están "totalmente arrasadas", detalla García, con unos 40 trabajadores afectados.
La asociación abrió una cuenta para recaudar donativos y ha creado un grupo de apoyo para ayudar a sus compañeros a hacer frente a la situación "económica y psicológicamente". "Necesitamos que salgan adelante por ellos y por sus equipos, porque son muchas familias las que dependen de este trabajo", confía.
En cuanto a la afectación de la dana en las viviendas, en una primera estimación, la Unidad de evaluación de daños en catástrofes, coordinada por el Instituto Valenciano de Vivienda, cuenta actualmente con 5.014 expedientes abiertos en 30 municipios.
De estos, hay 1.138 expedientes finalizados, y se ha procedido al desalojo de 491 viviendas por problemas estructurales mientras 1.656 se han declarado como no habitables, esto es, que no tienen problemas estructurales pero los daños las hacen inhabitables; además, se ha establecido la necesidad de demolición de 127 viviendas, informan desde la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda.
Sobre vivienda social, se ha iniciado las obras de reparación y reconstrucción de doce bloques de viviendas titularidad de la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVha) afectadas por la riada. La semana pasada concluyó la reparación de los daños que afectaban a siete bloques, con 569 viviendas, que no han necesitado realojos y ya se encuentran habitadas y en perfectas condiciones, informan las mismas fuentes.
Del parque público, uno de los edificios más afectados ha sido el ubicado en La Torre, pedanía de València, con 185 viviendas sociales que se habilitarán por fases. La Generalitat dispone además de 30 viviendas de entrega inmediata en la provincia y 75 que necesitan un acondicionamiento.
Las mismas fuentes señalan que no se están encontrando con una demanda inmediata por parte de familias que no son susceptibles de viviendas sociales, porque están "tirando de otros recursos" como residencias de familiares o amigos.
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, anunció este jueves la puesta a disposición de 150 viviendas, a través de la Sareb, a los afectados, de forma gratuita. EFE