Javier Herrero.
Madrid, 22 nov (EFE).- Con una sensación de "triunfo absoluto", la banda Niños Mutantes se despide de la música este sábado en su Granada natal tras 25 años de andadura en los que ellos contribuyeron a crear el tejido que hizo sostenible el 'indie' con grandes canciones y momentos para su memoria personal.
"Hemos luchado durante 30 años dentro de la música alternativa española, con años buenos, unos más que otros, y ha llegado un momento en el que intuimos que hay un cambio generacional muy fuerte y que nada de lo que vaya a pasar iba a ser mejor de lo que ya nos ha pasado", alegan en una charla con EFE tras otros finales recientes de grupos coetáneos como los de El Columpio Asesino y Second.
Agregan otros motivos, como el desgaste que les provocó la crisis de la covid-19 con un disco recién publicado, 'Ventanas' (2020). "Fue un punto de inflexión. La pandemia a nivel personal y sobre todo a nivel de grupo nos pasó por encima como una apisonadora y tardamos mucho en recomponernos", reconocen sobre un álbum en el que volcaron "muchísimas esperanzas".
Con ese sentimiento de "funeral interno", intentaron sobreponerse con 'Cuchillos y diamantes' (2022), que quedará como su último trabajo. "Fue mucho más complicado que cualquiera de los otros. Queríamos hacerlo muy bien, queríamos arriesgarnos y no repetirnos, pero se convirtió en una grabación turbia con muchos problemas", cuentan.
Terminada su gira de presentación, se sentían "exprimidos totalmente" y tocaba el momento clásico de enfrentarse de nuevo "a la hoja en blanco" de hacer otro álbum. Tomaron entonces la decisión de ponerle fin a la banda, con un bagaje de 13 LP y casi tantos EP desde la publicación en 1998 del homónimo 'Niños Mutantes'.
"No es una sensación de que nos hemos cansado de luchar", precisan. "Hacer canciones, que es por lo que nosotros estamos en esto, se ha convertido en una parte pequeña del negocio para ser algo que tiene mucho más que ver con la imagen, con los contenidos, con las redes sociales", argumentan.
Niegan que la crisis interna que sufrieron hace años y que consideran más que superada haya tenido una relación directa con este final, que llega "con una sensación de triunfo absoluto". "Hemos dicho todo lo que tenemos que decir de todas las maneras que teníamos y lo hemos disfrutado", cuentan orgullosos tras lo que consideran un buen legado y haber conocido a sus ídolos, los Pixies.
"Aparte de que hemos sido un grupo muy trabajador, que siempre hemos estado ahí poniendo toda la carne en el asador, hay grandes canciones que forman parte ya de la historia de este país y de alguna manera eso ha contribuido a que se haya generado un tejido", señalan sobre un pasado en el que forzosamente había que sostenerse con otros trabajos siendo 'indie'.
Ellos llevaban ya 10 años de carrera cuando la flauta comenzó a sonar con 'Las noches de insomnio' (2010), justo el momento en el que, según ellos, se empieza a apuntalar "una estructura de verdad, con festivales que pueden pagar un dinero decente y salas grandes que empiezan a llenarse con grupos independientes".
"Es verdad que si eso mismo nos pasa ya en nuestro segundo disco, puede que nuestra vida hubiera sido diferente", coinciden sobre cómo la lucha inicial pudo mermar parte de sus energías y ver siempre este mundo con "escepticismo", sobre todo como padres de familia.
Para despedirse iniciaron una gira bajo la premisa de que "los últimos conciertos tenían que ser los mejores". El resultado, que llegará hasta su concierto de este sábado en Granada, ha sido "una montaña rusa emocional, con una comunión con el público" como no habían tenido nunca e incluso gente que acude a verles ahora por primera vez.
"En vida no van a ir a tu cumpleaños y en tu muerte va todo el mundo", parafrasean con ironía y seguros de la decisión que han tomado, tras la que habrá "un tiempo de duelo, de poner en orden la vida", antes de decidir qué hacen con ella: "Amamos demasiado la música como para separarnos totalmente de ella", anticipan.
Para quien vaya a echarles de menos, su adiós definitivo llega en paralelo a la publicación de un libro, 'Las noches de insomnio' (Roca Editorial) de Juanjo Ibáñez, en el que, tras entrevistarse con el grupo, se ha evitado abundar en cronologías frías y dar más protagonismo a las emociones, como "una historia novelada de Niños Mutantes". EFE